Por: Edgar Olivarez González (@Edgar_OlivaresG) (imagen: facebook.com/EnriqueAlfaroR/)
Ante la situación de inseguridad que se vive en México desde hace casi 13 años, cuando comenzó la llamada “guerra contra el narcotráfico” de Felipe Calderón como presidente, quienes hoy gobiernan tienen gran reto: disminuir considerablemente los niveles de violencia y la percepción de inseguridad en la demarcación que gobiernan, sea un municipio, un estado o todo el país (en el caso del Presidente López Obrador).
En días recientes se dio un desencuentro entre el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez y una reportera, por el tema de los datos en seguridad, mediante una discusión sobre los datos oficiales y la percepción de los ciudadanos ante hechos delictivos. El mandatario defendió los datos oficiales y la reportera criticaba que no se tomara en cuenta la percepción ante hechos recientes.
Independientemente si la reportera tenía razón o el gobernador en defender los datos oficiales presentados ante la prensa, este tipo de situaciones van generando desgaste para el mandatario o para cualquier gobierno que entre a discutir temas de seguridad cuando aún hay retos muy importantes por resolver, como garantizar la paz entre los ciudadanos con mayor contundencia y en un plazo sostenido.
La pregunta es: ¿el desgaste por el tema de la seguridad se quedará solo en la imagen del Gobernador?, ¿no es acaso el gobierno federal y los municipios corresponsables del tema?
Al comienzo de la administración estatal, hubo desencuentro entre Alfaro y AMLO por el tema de las mesas de seguridad, donde el gobernador fue claro en señalar que no aceptaría injerencia del superdelegado Carlos Lomelí, sin embargo, esta estrategia de asumir la responsabilidad él solo del tema, puede ser contraproducente, pues mientras el desgaste político lo asume el mandatario estatal, Lomelí se la pasa en plazas públicas entregando apoyos de programas sociales (lo que reditúa en votos y en popularidad) sin despeinarse con el tema de la seguridad pública, que debe ser resuelto, también, por el gobierno federal.
Así, es importante que se pueda replantear hacia dónde están los reflectores en el tema de seguridad y si es conveniente para el Gobernador de Jalisco asumir ese desgaste o compartir responsabilidades para salir bien librado.
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