• Columna de opinión.
  • Escrita por: Eduardo González Velázquez.

El día de ayer el juez Brian Cogan en la Corte del distrito Este de Brooklyn, Nueva York dictó la sentencia por narcotraficante a Genaro García Luna, quien fuera el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón. La condena fue por casi 39 años de prisión y una multa de dos millones de dólares. El capítulo del contubernio de García Luna con el cártel de Sinaloa está lejos de concluir, por el contrario, lo que tenemos son muchas preguntas que requieren ser contestadas y que han sido planteadas desde diciembre de 2019 cuando García Luna fue detenido en Dallas, Texas, y llevado a una prisión en Nueva York, en donde el 21 de febrero de 2023 fue declarado culpable de cinco cargos criminales.

¿Felipe Calderón nunca supo del maridaje criminal entre su secretario de Seguridad Pública y el cártel de Sinaloa? ¿Ninguno de los altos funcionarios de la administración de Felipe Calderón se enteró o participó de las acciones de García Luna en favor del narco? Aceptando sin conceder que no se enteraron, con ese nivel de desconocimiento ¿cómo pretendían tener éxito en su “guerra” contra el narco? ¿Las multicitadas agencias estadunidenses que premiaron a García Luna por su “excelente” trabajo también desconocían sus vínculos con el narcotráfico? ¿Por qué algunos medios de comunicación y comunicadores insisten en la inocencia de García Luna? ¿Aceptará Genaro García Luna convertirse en testigo cooperante para reducir su condena? ¿Denunciará a quienes lo secundaron en sus negocios con el crimen organizado o solo él cargará con la condena?

En la carta que escribe Calderón para deslindarse de Genaro acepta haber tenido evidencias, pero no verificables ¿por qué no investigó a su secretario de seguridad para verificarlas? ¿Por qué nunca ordenó investigar el escandaloso enriquecimiento de su secretario y amigo personal? ¿Los sobornos millonarios que recibió terminaron solo en la cartera de García Luna o alcanzaron a otros funcionarios? ¿El contubernio con el cártel de Sinaloa comenzó en el sexenio de Calderón o García Luna lo estableció desde su paso por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la Policía Federal Preventiva (PFP)y la Agencia Federal de Investigación (AFI)?

¿Por qué Felipe Calderón no hizo caso de las denuncias públicas realizadas por el entonces diputado federal, Gerardo Fernández Noroña, de las periodistas Lydia Cacho y Olga Wornat, del general Tomás Ángeles Dauahare, del comandante de la Policía Federal Javier Herrera Valles? ¿Cuál es el grado de involucramiento de las autoridades estadunidenses en los crímenes que se le señalan a García Luna? ¿El siguiente será Felipe Calderón Hinojosa? Más allá de “invitarnos a reflexionar”, ¿Por qué la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se niega a ordenar una investigación a Felipe Calderón?

En tanto estas preguntas sigan si recibir respuestas amplias, claras y creíbles, las dudas existentes sobre el involucramiento de Felipe Calderón y otros miembros de su gobierno con el crimen organizado seguirán flotando en el imaginario colectivo.

  • Profesor del Tec de Monterrey.
  • @contodoytriques.