El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador prepara un plan para poner “en cintura” a las concecionarias del sistema Ferroviario nacional.

El objetivo de este plan es volver a tener control sobre el sistema ferroviario mexicano a través de la instauración de un Plan Rector con visión a 50 años, el cual contemple un marco legal, fiscal y regulatorio que beneficie más allá de las empresas que actualmente controlan esta industria.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes a través de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario y la Dirección General de Estudios, Estadística y Registro Ferroviario Mexicano ha nombrado a este proyecto como “Gran Visión Sistema Ferroviario Mexicano”, el cual plantea fomentar la competitividad, a través de la transformación de dicho sector.

Según AMLO se ha descuidado la demanda de transporte tanto de carga como de pasajeros, el cual gracias a las “nuevas reglas del juego” podría comenzar a cubrirse.

AMLO pretende que para 2030, el sector ferroviario de pasajeros cubra una demanda superior a los mil 200 millones de usuarios.

La “Gran Visión Sistema Ferroviario Mexicano” señala que en el país existen cerca de 3 mil 500 kilómetros de vías sin operar, ya sea por abandono o por no ser lucrativas.

Las dos empresas ferrocarrileras más grandes en el país son Ferrocarriles Mexicanos (FERROMEX) y Kansas City Southern de México, con una concentración de más del 80 por ciento de la red del país.

El presidente señaló que la maniobra no se trata de una nacionalización de los ferrocarriles del país.