Para nadie es un secreto que Juan Zepeda y Alejandra Barrales negociaron con Dante Delgado su llegada al Partido Movimiento Ciudadano, luego de dejar las filas del PRD, que decidió inmolarse para dar paso a un nuevo partido político llamado ‘Futuro 21’.

La llegada de Juan Zepeda y Barrales – otrora dirigente nacional del partido del sol azteca – supone la incorporación de dos personajes nacionales con peso específico y con liderazgo, que tienen sus propios seguidores y que traen canicas para jugar a la política en su nuevo partido.

Aunque Dante Delgado sigue operando como si fuera el dirigente nacional de MC, lo cierto es que este partido tiene un dirigente en funciones, Clemente Castañeda Hoeflich, quien no ha logrado cohesionarse como líder nacional de este partido y a la vez figurar en el Senado de la República como lo hizo cuando fue diputado federal y coordinador de los legisladores naranjas en San Lázaro.

Clemente Castañeda es uno de los políticos más brillantes de Jalisco, pieza clave en la confección del gran proyecto que llevó a Enrique Alfaro a la gubernatura de Jalisco, y uno de los miembros más cercanos de este grupo.

Sin embargo, a pesar de su talento y su crecimiento a nivel nacional, la figura de Clemente Castañeda no termina por consolidarse en la política nacional y hoy está más lejano a Jalisco que nunca, cuidándose de no aparecer demasiado en un contexto donde las recientes decisiones políticas de Enrique Alfaro son incómodas y muy impopulares, por lo que no es el momento de aparecer demasiado, aunque tendrá qué hacerlo si desea ser el próximo alcalde de Zapopan y desde ahí buscar un posicionamiento para 2024 pensando en la gubernatura.

Si Jalisco no es la mejor opción para Clemente, entonces tendrá qué meter el acelerador para despuntar en México, porque con la llegada de Zepeda y Barrales, los espacios y reflectores en MC se irán dividiendo y tendrá qué hacer una política estratégica para hacer valer su condición de dirigente nacional y demostrar por qué tiene todas las credenciales y méritos – y los tiene – para ser el líder nacional de este partido y no solo un operador de Dante.