A veces la impotencia y el enojo me hacen no saber por dónde comenzar, sobre todo cuando tengo la hoja en blanco y quiero expresarme de manera firme ante una injusticia como la falta de agua, porque se supone que es un derecho humano, y me da rabia saber que no podemos contar todos los Victorences con este importante líquido que le da sentido a una parte muy importante de la vida misma.

De verdad pienso, como carajo puede estar pasando esto en nuestra hermosa tierra, como es posible que estén sucediendo estos problemas de abasto y de mal servicio para todos los nuestros, que acaso no se darán cuenta las autoridades del grave problema que tienen de frente.

La dura reflexión

  • Estoy de acuerdo que nadie llega a gobernar con ganas de que le vaya mal, todo lo contrario, quieren hacer un buen papel dentro de sus años de gobierno, pero y las capacidades donde quedan, me pregunto ¿Por qué entonces entrarle al ruedo si no se tienen los pantalones para fajarse y entrarle con todo y con todos para arreglar de fondo el problema?

Ya sé, van a decir que no hay recursos, que la administración pasada les dejo un terrible problema, o que la oposición está saboteando su impecable ejercicio público, pero creo que debemos tener una visión más amplia sobre el tema.

La visión de que le vaya mejor a Tamaulipas y a sus municipios, ¿Qué no debería ser una visión que comparte los retos y las soluciones?

Y lo quiero preguntar con firmeza, porque por un lado vemos a los diputados federales entrándole fuerte para traer recursos públicos al estado, pero las autoridades locales que están haciendo entonces, los ciudadanos queremos ver resultados, no queremos ver ni escuchar discursos que le dan vueltas al asunto.

Estos problemas sean de COMAPA o CONAGUA deben tener por lo menos señales de que va a comenzar a cambiar, o que ¿Necesitan entonces las autoridades un jalón de orejas muy moreno para que se pongan las pilas?

Los ciudadanos si tienen memoria y de lo que ya están hartos es de escuchar promesas que no tengan resultados, entonces no se necesita descubrir el hilo negro para saber que todo camina bien, aunque fuera lento pero a paso seguro, se necesitan gobiernos de territorio y no de escritorio.

Queremos ver a los funcionarios en la calle trabajando hombro con hombro con los ciudadanos, queremos gente con capacidades para tomar decisiones, que aunque fueran difíciles dieran forma y fondo a los resultados.

Los ciudadanos estamos para trabajar unidos también, pero sin liderazgos que tengan nobleza en el corazón y pasión por compartir y abrir el camino para las siguientes generaciones, no se va a poder.

Hagamos pactos, pactos de tomar decisiones, aún sin el gobierno, porque tampoco necesitamos el poder para caminar por el lado correcto y construir juntos un mejor futuro para los Victorences y para todos los Tamaulipecos.