Por Mesa Redacción

La eventual reforma electoralb debe ir más allá de legislar la revocación de mandato para que el Presidente de la República aparezca en la boleta de 2021, como quiere la fuerza legislativa mayoritaria de Morena, debe atender el fondo del problema: el derroche y el desencanto ciudadano, sostuvo Clemente Castañeda, Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano.

“Si vamos a entrar a una discusión en materia electoral, Movimiento Ciudadano deja en claro que bajo ninguna circunstancia se deben poner a competir los principios democráticos; sea cual sea la reforma que queremos, los principios de equidad, pluralismo, representatividad, certeza, transparencia y austeridad deben ser complementarios y compatibles. Ningún principio democrático es intercambiable o prescindible”, dijo el senador, presidente de la Comisión de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana.

Discutamos una reforma que nos permita combatir el derroche y el desencanto ciudadano sin alterar los principios democráticos del sistema electoral, dijo Castañeda y planteó:

Elecciones baratas y menos burocracia electoral, pero nunca a cambio de la independencia y profesionalización de las autoridades electorales.

Castañeda señaló que, por un lado, se debe emprender un proceso de desregulación y disminución de las atribuciones de la autoridad electoral; hoy, más del 70% de presupuesto electoral se va a la burocracia electoral nacional y local- Y por otro, pasa por un proceso de homologación de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), con indicadores de desempeño claros, tabuladores, topes de gastos y simetrías.

Para dimensionar esta necesidad basta ver que tan solo cinco OPLES concentran el 50 % del presupuesto de los 32 organismos locales del país”, señaló el senador.

También es necesario avanzar en la regulación e implementación de la urna electrónica; eliminar el monitoreo de medios que realiza el INE y cambiar el modelo de comunicación, menos spotizado y más liberal.

• Un sistema de partidos más barato, garantizando la equidad en el acceso a los recursos.

Es posible transitar por un proceso de disminución gradual del financiamiento a los partidos políticos a través del establecimiento de topes igualitarios, en donde la fórmula de distribución atienda mucho más a la equidad que a la proporcionalidad, y en donde podamos alcanzar prácticamente la eliminación del financiamiento”.

• Cambiemos spots por ideas. En la campaña de 2018, los ciudadanos fueron bombardeados tan solo durante 90 días con 23 millones de spots. Claramente hay un hartazgo ciudadano, un descontento, que nos obliga a corregir esto.

• Un Congreso que cueste menos, pero sin destruir la pluralidad.

“Es una irresponsabilidad estigmatizar la representación proporcional. Esta figura tiene una justificación original: garantizar la pluralidad y la representatividad; la representación proporcional iguala el voto de cada ciudadano porque corrige las distorsiones que genera el sistema mayoritario”.

• Revocación de mandato para empoderar a los ciudadanos, no como instrumento de campaña.

En Movimiento Ciudadano estamos plenamente convencidos que no es posible hablar de una reforma electoral si no tomamos en serio la democracia directa y participativa, porque la democracia no se reduce al voto, la democracia se oxigena con la participación ciudadana”, dijo Castañeda.