Por: Julio Ríos (@julio_rios)

Imagen: jalisco.gob.mx

Alfaro se puso la vara muy alta con el tema del trasporte. Pero no había de otra.  Los jaliscienses ya no soportamos subirnos en auténticas pocilgas sobre ruedas, recibir maltratos de los operadores y arriesgar incluso la integridad física.

Se está tomando al toro por los cuernos. O mejor dicho al pulpo por los tentáculos.

La meta que se autoimpuso Alfaro es mayúscula: Un año para domesticar al pulpo camionero.  Convertir lo que ahora tenemos en un sistema a las órdenes del ciudadano y que al mismo tiempo sea negocio para los camioneros.  Suena a utopía, pero es una urgencia.

Si el Gobernador de Jalisco lo logra, se lleva el premio al mejor gobernante de México. Si no lo logra, engrosará la lista de los que han fracasado ante el pulpo.

El reto no es nada sencillo, pues le heredan un cochinero.

¿Cuáles son los tres compromisos del Gobernador Enrique Alfaro en el anuncio público del lunes?

  1. En 30 días quedan regularizadas legalmente las unidades del Área Metropolitana de Guadalajara
  2. En 120 días empieza la transición del modelo hombre-camión a ruta-empresa
  3. En este año se reordenarán las rutas e inicia el sistema de pago electrónico

Los jaliscienses tenemos todo el derecho a ser escépticos en este tema porque han pasado sexenios y ninguno de esos tres objetivos ha podido lograrse nunca.

Es positivo que el actual gobierno manifieste voluntad política de arreglar las cosas. Eso es un buen inicio, porque es cierto que sin esa voluntad política no sé logra nada.

La realidad es que los antecesores nunca tuvieran voluntad real de arreglar las cosas, sino que más bien existen sospechas de que hubo quienes quisieron hacer negocio con ese pretexto.  Así se acusó, por ejemplo, por parte de transportistas, a la Secretaría de Movilidad del anterior sexenio en el tema del prepago.

Entonces, la voluntad política importa. Pero también  hay resistencias e inercias que seguro harán complicada la misión. Y muchos tenemos dudas de que un año sea suficiente para ordenar este cochinero.

Pero si en un año no se logra, incluso creo que podemos esperar otro año más, siempre y cuando sea definitivo el remedio a la enfermedad que sufre el transporte público.

Toda la carne al asador

Aunque el personaje causa resquemor para algunos de sus críticos, desde que se nombró al polémico Diego Monraz al frente de la nueva Secretaría del Transporte, quedó confirmado que el nuevo Gobierno de Jalisco quiere apostarle con toda la carne al asador a este tema.

Qué bueno que ya no va a haber estudios previos. El tema está ya sobre estudiado. No se necesita un doctorado en física cuántica para entender el desastre. Que ya se pase directo a las acciones.

Tendrán que empezar casi desde cero, aunque usted no lo crea. Es increíble que ni siquiera haya un padrón real de las unidades que circulan y que la mitad de ellas (alrededor de 2 mil 500) anden sin registro.

Según Diego Monraz la anterior administración se negó incluso a renovarles concesiones o subrogaciones. Esa ausencia de certeza jurídica podría atribuirse a que sus antecesores usaban estas condiciones como instrumento de chantaje y presión. Vaya usted a saber.

Chiqueando a los transportistas

Un aspecto que llama la atención. Una vez más, se está optando por otorgar subsidios a los camioneros para modernizar sus unidades y adoptar el sistema de prepago.

Pronto se dejó escuchar la queja en algunos analistas: que una vez más están chiqueando mucho a los transportistas. Es entendible que muchos desconfíen de este tipo de subsidios, porque los camioneros solían agarrar el dinero y no cumplir con los compromisos.

Yo espero que ahora no se trate de un cheque en blanco. Y que esa mano dura que caracteriza al gobernador se aplique para con los transportistas que no cumplan con los compromisos que ya firmaron.

La mayoría de los ciudadanos en Jalisco anhelamos que ahora sí, veamos por fin. que ese escurridizo y gigantesco pulpo ya no se le resbale entre las manos al Gobernador, como ocurrió con sus antecesores.