Lo que pasa en Morena no es más que un bochornoso espectáculo, que unicamente denota el canibalismo político rampante de algunos de los contendientes por la dirigencia nacional. En eso coinciden los integrantes de la mesa de Análisis con Rumbo.

Para Edgar Olivares, la guerra en el partido que hoy por hoy es uno de los partidos más importantes del país, puede complicarle la vida en 2021 al presidente, con la pérdida de algunas curules en San Lázaro y las reformas que AMLO pretende.

“Es impresionante ver como el partido que más posibilidades tiene de ganar las elecciones el próximo año, no solamente las gubernaturas, porque prácticamente va arriba en todas las encuestas, también la posibilidad de refrendar la cámara de diputados, que ojo me parece es lo que más le interesa al presidente, mantener la mayoría en la cámara para poder impulsar lo proyectos en este primer tramo de su administración y que algunos otros temas que quiere sacar más adelante, no se vayan a trabar más adelante o no  se pueda generar incluso en la que los diputados, en caso de perder la cámara pues le hagan la vida política de cuadritos”.

Para Olivares González, con estas actitudes, los integrantes de MORENA no están mas que destruyendo al partido.

“Es lamentable ver como el partido que tiene mayor posibilidad de ganar se está auto destruyendo. Lo cual ciertamente no me sorprende porque justamente las posibilidad de acceder al poder provocan que al interior del partido haya muchísimos intereses, que haya una guerra mezquina por hacerse del Control”.

Edgar Olivares señaló que López Obrador no ha querido verse como en los viejos tiempos del PRI, en los que por dedazo el presidente era quien decidía a quien poner y el resto se tenía “que aguantar”, en una institucionalidad forzada.

Además destacó que MORENA repite la historia del PRD, en donde las tribus le hacen daño a MORENA.

Por su parte, la historiadora Laura Castro Golarte señaló que lo que está pasando en el partido es muestra de la decadencia de los partidos políticos en México y refleja que MORENA está tomada por tribus, que no abonan a la construcción.

Y agregó que el que Porfirio Muñoz presuma haber sido dirigente de dos partidos, y ahora vaya por el tercero, es algo que debería preocupar.

También, dijo, es preocupante que esta forma de actuar degrada al partido y dejan a los ciudadanos sin buenas opciones por las cuales votar.

“MORENA no piensa en los ciudadanos, porque se van acabando las opciones en los sistemas de partidos en esta democracia. Es desalentador por dónde se le vea”.

Por su parte, Nora González, dijo que el proceso de elección de MORENA no es más que un reflejo de una inmadurez política tremenda. Y agregó que es positivo que no se involucre el presidente, pero dicha acción solo demuestra que aún no están preparados para ir solos.

“Refleja división y la lucha por el poder, es como unos niños a quienes les están arrancando un juguete y ahora cada quien se quiere quedar con un pedazo”.

Por último, el investigador del Departamento de Relaciones Internacionales Región Occidente del Tecnológico de Monterrey, Eduardo González Velazquez señaló que en esta elección habrá varias rutas a seguir.

La primera, es que al final de la jornada, si estos dos grupos que tienen puestas las miras con rumbo al 2024 no logran ponerse de acuerdo, será el presidente quien resulte haciendo su voluntad sobre el partido, porque hasta este momento, MORENA no está mas que demostrando ser un ente desorganizado.

“Me parece que morena está resultando ser una mayor carga más que un apoyo para consolidar el proyecto de gobierno, pero si pienso que este desaseo podría reforzar el papel de AMLO, y en ese sentido una de las opciones sobre la mesa es que si no se ponen de acuerdo será AMLO quien lo haga”.

Agregó que podría suceder que, si siguen sin ponerse de acuerdo, podría dejarse a la senadora Citlalli, quien ganó como secretaria general del partido como presidenta interina del partido.

“Si vamos un paso adelante, si colocan a Citlali, no vería nada raro en que la muevan como presidenta interina, quiten a Ramírez Cuellar y esperar a la tercera, cuarta, quinta o cuando el presidente de un manotazo y se decida quien queda al frente de morena”.

Y la reflexión más importante, es que cuando ganó AMLO, se dejó abandonado el partido.

“Todo esto se debe no solamente a las miras en el 2024, sino que cuando AMLO tomó protesta como presidente de la República, muchos de los militantes se van con el al gobierno y dejan en la orfandad a este partido. Muchísimos de sus cuadros no están haciendo trabajo partidista, sino que están en el Gobierno y yo creo que esta es una de las grandes tareas que se deben de atender, tanto el presidente como su gente”.