La venta de las Villas Panamericanas podría significar abrir la Caja de Pandora. Es decir, al permitir la comercialización de departamentos, y con ello, modificar la densidad poblacional permitida en la zona, se sienta un precedente que luego, otros particulares podrían invocar para emprender desarrollos similares, al presentar recursos legales ante tribunales y esgrimiendo principios de igualdad, hacer lo mismo.

Desde hace muchos años, la zona de El Bajío ha desatado la codicia de empresarios del ramo. En una ciudad donde el modelo capitalista a ultranza se ha trasladado al negocio inmobiliario, esta zona es muy atractiva, sobre todo en una ciudad donde cada vez hay menos hacia donde crecer.

Actualmente, el precio más elevado por metro cuadrado de construcción de todo el Occidente del País, está en Zapopan: más de 22 mil pesos. Esto es 73 % más elevado, por ejemplo, que en Aguascalientes, o 6 % más caro que en Queretaro (donde se tiene una excelente calidad de vida). ( https://www.eleconomista.com.mx/estados/Zapopan-con-precios-altos-en-inmuebles-20180322-0020.html ) ¿Y cuál es el motivo de ese precio tan elevado? La demanda, por supuesto. Así lo señala un especialista entrevistado por la periodista Paty Romo, del periódico especializado El Financiero.

Ante esa alta demanda por vivienda (muy bien pagada) es entendible que esta zona de la ciudad llame la atención de los inversionistas. Sin embargo, ya está demostrado científicamente -y ór supuesto en la práctica- que esta fórmula de exprimir el territorio sin mayor escrúpulo que el de la ganancia económica está devastando el medio ambiente, y es una bomba de tiempo en la que las inundaciones solo son un síntoma de peores que peores padecimientos urbanos están por surgir.

Desde un inicio todo esto se sabía, apelando a que quizá tarde o temprano los procesos judiciales que tienen congelada a las Villas Panamericanas iban a destrabarse. Asunto, que hoy por hoy, luce complicado. Existen cinco suspensiones judiciales vigentes que impiden, o la venta, o el cambio de usos de suelo u otras acciones tendientes a permitir su habitabilidad. Se trata de una telaraña legal que podría alargarse.

Es por eso que surge la duda: ¿Por qué existen empresarios dispuestos a arriesgar 1,500 millones de pesos (aunque sea en abonos facilitos) para comprar lo que hoy es solo un cascarón y que parecía que se iba a quedar como elefante blanco? ¿Qué saben ellos que no sabemos los ciudadanos? ¿Si son ex funcionarios…a qué información privilegiada están accediendo para lanzarse a una aventura que hoy por hoy luce intrépida?

Son dudas que quedan en la mesa. y agregaría otra: ¿Realmente los pagos en abonos facilitos por estas Villas rescatarían al Instituto de Pensiones de Jallisco de la quiebra técnica que parece inminente si no se sanean sus finanzas?

Me parece que vender las Villas sería -como se ha intentado con El Zapotillo y como se quería hacer con el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México- premiar lo que se hizo mal desde un principio.

Al respecto, muchos pregonan que ahí se desperdiciaron millones y millones de pesos. Y que hay qué recuperarlos para evitar el daño al erario.

¿No será más barato demolerlas -como han propuesto algunos especialistas- para evitar un daño ecológico irreversible a los jaliscienses?

Posdata:
Bien por el alcalde Pablo Lemus. La dudas es…¿Se sostendrá?
O aprovechará para hacer lo que dice el manual de negociación política al estilo Maquiavelo: ¿Venderá caro su amor?
En todo caso, si no se va a demoler, que sea como Lemus propuso: sede de Conacyt. Eso seria menos agresivo para el medio ambiente. O …¿Por qué no? Un centro universitario. Que al menos deje el beneficio de la educación.