Para lograr un futuro pleno necesitamos democratizar un sinfín de actividades cotidianas que pueden ser de utilidad para mejorar el desarrollo de la sociedad y cuando hablamos de democratizar queremos decir que los ciudadanos debemos tener el sartén por el mango, que podamos tomar decisiones de cómo hacer uso de las herramientas sociales para poder contribuir a las acciones del futuro.

Creo con toda la firmeza que si nos actualizamos todos de manera generacional podremos acrecentar las fortalezas que tenemos y reducir la brecha tecnológica en muchos de los lugares donde es necesario tener acceso a herramientas que nos sirvan para comunicarnos.

El decir que la comunicación tiene que ser de dos vías porque necesitamos de la atención de quienes nos gobiernan, ya que cada que hay elecciones, todos buscan generar foros de atención para construir los planes de desarrollo, pero que tal si dejamos de manera permanente una plataforma de interacción social, en la que con una sola vista, quien gobierna tenga de primera mano un diagnóstico actualizado de cómo se encuentra alguna parte del territorio nacional.

Un foro donde todos los ciudadanos puedan exponer sus legítimas exigencias, que puedan decidir sobre el presupuesto otorgado y que sea de voz en voz la inercia de la participación ciudadana, para que a la hora de ejercer  las acciones de verdad seamos tomados en cuenta.

Finalmente, lo que buscan todos los gobiernos es que participemos, pero que tal que seamos nosotros quienes pongamos las reglas de la comunicación, que ellos sean quienes tengan la obligación de escucharnos sobre nuestras plataformas propias.

Pero estoy totalmente seguro que es tiempo de tomar las riendas, sigamos los ejemplos de muchos inversionistas que están apostando recursos para impulsar la movilidad no motorizada o eléctrica, esto ayuda muchísimo al combate del cambio climático y a generar conciencia de que necesitamos encaminarnos a acciones concretas en favor del cuidado del planeta.

Acciones como la reforestación y el cuidado del agua, le darán oxígeno a nuestras ciudades, podremos crear pulmones que den equilibrio a todo nuestro medio ambiente y aceptar que cada vez somos más los que tenemos conciencia de lo mal que estamos hasta el momento en este tema.

No se trata de decir que todo está mal, se trata de que podamos hacer pequeñas acciones colectivas y de esta manera se genere una sinergia de cambio que genere nuevas necesidades, carreras universitarias enfocadas al futuro como la gestión de las ciudades inteligentes, la utilización del sol para mayores beneficios en el hogar.

En una reunión en la CDMX se debatía ampliamente la utilización del agua, tanto para riego como potable, porque definitivamente cuando hay aguas negras a gran escala como en las ciudades más pobladas del país, se necesitan esfuerzos enormes para tratarlas, además de que muchos de los  organismos operadores de agua se privatizan o se concesionan, pero también debemos ver hacia el futuro y saber que existe un tema esperanzador en el agua de lluvia, que podría tener un tratamiento de inicio básico y que lograría servir para tareas de riego y otros usos.

Me dejó impactado como la CDMX ha tenido la convicción de invertir 200 millones de pesos para un programa piloto de esta índole y creo que deberíamos felicitar a los impulsores de acciones como esta, porque es así como a partir de pequeñas acciones colectivas podemos construir un mundo mejor.

En fin, debemos democratizarnos, no solo en la política, sino también en las acciones cotidianas, no sabemos cuándo va a nacer otra idea que pueda cambiar el mundo, tal vez esa idea está en ti o en mí, pero lo que si debemos saber es que juntos con unidad y respeto podremos construir un mundo mejor.

Democraticemos el futuro!!!