Un grupo de emprendedoras jaliscienses lanzó  la marca “El Chapo” y logró obtener una licencia para ser los primeros distribuidores en México y Guadalajara, que lleva el nombre del legendario narcotraficante Joaquín Archivaldo Guzmán Loera.

Los empresarios presentaron la nueva colección por primera vez en una expo de Moda en la entidad.

Una de las condiciones que impone Alejandrina Guzmán Salazar, hija de “El Chapo” y dueña de la imagen y marca, es que los distribuidores autorizados de toda la ropa y de la edición especial “701”, es que se done una parte de las ganancias para un proceso de rehabilitación de adicciones de los internos de Puente Grande que son los que elaboran los cinturones “701” que tienen un costo en el mercado hasta de 15 mil pesos.

Adriana Ituarte, representante de la marca, explicó que no esperaban el éxito que tuvieron al participar por primera vez en este tipo de expos, ya que su intención era sólo presentar la ropa y los artículos como gorras, carteras, pulseras y otro tipo de accesorios, pero los clientes prefieren llevársela de inmediato y no esperar hasta tres meses para que les llegue su compra en línea ya que hasta el momento sólo es en línea la venta.

“Nosotros al momento que adquirimos la licencia nos dicen, te la vendemos pero la doctora Alejandrina tiene una asociación civil la cual ayuda a reintegrar a la gente, en este caso, a los presos de Puente Grande quienes son los que nos ayudan a elaborar las pulseras, los fajos y las carteras”, señaló.

La edición especial 701 es porque la revista Forbes ubica a Joaquín guzmán en la posición 701 de las personas más ricas del mundo y es por eso que se pensó en esta edición especial que consta de pulseras, carteras y cinturones bordados en oro, lo cual los hace tener un alto precio de venta y oscila entre los tres mil 500 pesos y hasta 15 mil los cinturones.

Además, el 24 y 25 diciembre tendrán un evento en expo Licencias en la Ciudad de México y la idea es vender las licencias para que se hagan tiendas en físico y en el caso de Guadalajara si llega alguien para tener una tienda física también sería ideal para ellos.

Adriana Ituarte detalló que a lo largo de los 10 años han enfrentado una serie de obstáculos como es el caso de que no encontraban en Guadalajara quien les elaborará las bolsas y cajas para los productos porque “aún hay muchos tabús” y fue hasta que demostraron que todo era un negocio lícito y registrado fue como se comenzó a flexibilizar la situación.