Por: Julio Ríos (@julio_rios)
Imagen: lopezobrador.org
Aunque el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro son dos personajes tan parecidos, finalmente llegan a sus primeros 100 días en circunstancias distintas.
Podemos dedicar otro texto a analizar las COINCIDENCIAS. Por ahora solo recordemos algunas:
- AMLO propuso la cuarta transformación y Alfaro la refundación. Es decir, ambos son rupturistas.
- El presidente renunció al avión presidencial y el gobernador al helicóptero y al jet estatal
- Ambos han pugnado por medidas de austeridad y reducción de salarios.
- Ambos militaron en tres partidos políticos (PRI, PRD y luego Morena o MC)
- Tanto AMLO como Alfaro lograron la victoria anhelada después de ser derrotados.
Pero en esta columna más bien quiero concentrarme en cómo arrancan sus primeros 100 días. Y en ese renglón de análisis, hay DIFERENCIAS.
¿Cómo llega López Obrador a estos 100 días?
- Con un estilo de gobernar en el que acapara toda decisión importante.
- Gusta de darse baños de pueblo en las plazas.
- Con una popularidad hasta el tope, de acuerdo a estudios demoscópicos.
- Todo eso a pesar de sus decisiones -sobre todo en materia económica- que inquietan al círculo rojo y a las calificadoras.
¿Y cómo llegará Enrique Alfaro?
- Con un estilo más gerencial de gobernar –delegando funciones en sus cercanos- (frase de la politóloga Mónica Montao)En un inicio se ubicó como líder nacional de la oposición a AMLO.
- Pero últimos días, se ha dado una reconciliación que a muchos les da esperanza que no obstaculice el desarrollo de Jalisco.
- A diferencia de AMLO que sostiene su popularidad, Alfaro llega con algunos raspones mediáticos.
Mientras que AMLO vive una luna de miel, la figura de Alfaro parece que ya no está intacta por dos raspones (la desaparición del Instituto de la Mujer y su asistencia al partido de los Lakers de Los Ángeles).
En ambos casos, aún es temprano para exigir resultados. Apenas son 100 días.
Pero tristemente existe una similitud trágica en México y en Jalisco: ambos, arrancan con una crisis de seguridad como nunca se había vivido.
También es cierto que esa crisis no es atribuible a ninguno de ellos. Sería absurdo pensar que en 100 días van a terminar con 18 años de desastre.
Pero eso no es consuelo. Los ciudadanos esperamos resultados pronto. Y para ello –aunque no es lo único que se requiere ante situación tan complicada- es fundamental un trabajo en equipo.
El pasado fin de semana AMLO visitó Jalisco. No hubo abucheos contra Enrique Alfaro. Algunos dicen que sí hubo, pero la verdad nada que ver con lo ocurrido en Guerrero o Colima, por ejemplo.
En uno de los actos, Enrique Alfaro y el súper delegado Carlos Lomelí –ex candidato a la gubernatura- protagonizaron una versión jalisquilla del abrazo de Acatempan.
La duda ahora es la siguiente:
¿Tendríamos que interpretar lo ocurrido, en el sentido de que las viejas rencillas fueron olvidadas?
Si así fuera, eso sería la mejor noticia en estos primeros 100 días de ambos gobiernos.
Sería la coincidencia más afortunada.