Durante el gobierno de AMLO, la red aeroportuaria administrada por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) vivió un vuelco hacia el control militar.

Alrededor de una decena de terminales aéreas fueron cedidas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y otras seis a la Marina.

Como consecuencia de las dificultades administrativas, y en procura de mantener la operación de los aeropuertos, las instituciones militares solicitaron a ASA se mantuviera operando los puertos aéreos hasta que se integrara una plantilla laboral en condiciones óptimas y pudieran tomar el control efectivo de los 16 terminales aéreas entregadas.

Si bien es cierto que ya estamos en el segundo semestre del año, el Ejército ya ha tomado el control operacional de los aeropuertos entregados mediante mandato presidencial, una situación que no se ha extendido a la Marina, destacó el director de ASA, Javier Villazón Salem a El Financiero.

“A estas alturas del año, la Sedena ya opera al 100 por ciento con excolaboradores de ASA”, indicó el directivo.

La Marina, a modo de contraste, no ha podido desplegar el control total en las terminales de Guaymas, Loreto, Ciudad Obregón, Colima, Ciudad del Carmen y Matamoros.