• Entrevista al director hispano de comunicaciones de la campaña presidencial de Trump.
  • Elaborada por: Eduardo González Velázquez.

Jaime Florez, quien en todo momento se refiere a Donald Trump como presidente, es el director hispano de comunicaciones y vocero en español del Comité Nacional Republicano (CNR) y de la campaña presidencial de Trump. Eso fue posible una vez que los Republicanos decidieron, aunque no de manera oficial, que su candidato para buscar regresar a la Casa Blanca fuera Donal Trump. La nominación oficial será en la Convención Nacional Republicana a celebrarse en Milwaukee del 15 al 18 de julio de este año. No escatima en afirmar que, los primeros 100 días de gobierno del presidente Trump va a tener que comenzar a desmontar, a cancelar algunas de las atrocidades que se han cometido durante la administración Trump.

¿De qué manera piensan que el juicio en Nueva York contra Donald Trump le impactará a la campaña del expresidente? Tomando en cuenta no solamente el juicio mismo, sino que al menos cuatro días de la semana va a tener que estar en la Gran Manzana mientras se decide el juicio y, por lo tanto, no podrá estar en actos de campaña.

“Nosotros hemos visto desde el comienzo todos estos procesos judiciales contra el presidente Trump como una maniobra, como una manipulación del Departamento de Justicia que está siendo usado como un brazo armado del Partido Demócrata y de la administración Biden en el contexto de la elección de 2024, con el único ánimo de quitarse de en medio al candidato Republicano que le puede, de acuerdo con las encuestas, arrebatarle las elecciones el próximo 5 de noviembre. La mayoría de las encuestas de un tiempo para acá vienen destacando el hecho de que Trump parece tener mayor posibilidad de obtener más votos generales. Además, al menos en cinco o seis estados bisagra el presidente Trump lleva ventaja sobre Biden, en algunos casos muy claras y consistentes por encima de los márgenes de error, lo que prácticamente le garantizaría los votos necesarios para alzarse con la presidencia de Estados Unidos. Por eso mismo, porque el presidente Trump se ha convertido en un riesgo gravísimo para las intenciones de reelección del presidente Biden, se ha vuelto a recalentar estos procesos que ya habían sido aclarados, por ejemplo, los fondos entregados a la actriz Stromy Daniels, y no habían procedido las demandas. Ahora, con fines puramente políticos, lo están volviendo a hacer. Nosotros comparamos esto con lo que ha hecho, por ejemplo, Nicolás Maduro en Venezuela con María Corina Machado Parisca; con lo que ha venido haciendo Daniel Ortega en Nicaragua con todos sus adversarios políticos utilizando el poder judicial para empapelarlos y quitárselos de encima”.

“Sobre la segunda parte de su pregunta, si el hecho de que Trump esté cuatro días de la semana, probablemente durante cuatro, cinco o seis semanas en Nueva York, esto sí complica de alguna manera el calendario de la campaña de quien está en la contienda. Y esto es un poco lo que se proponen los demócratas con todo esto. No solamente robarle tiempo que podría estar siendo utilizado en la campaña, sino complicarle su situación financiera, como lo han hecho con otro proceso también en Nueva York para que no puedan invertir sus recursos en la campaña. Pero al mismo tiempo la popularidad del presidente Trump y las donaciones a la campaña se incrementan significativamente. No es un secreto que la popularidad de Donald Trump continúa subiendo porque la gente se ha dado cuenta de que las maniobras de los demócratas son indebidas, y existe una interferencia política del Departamento de Justicia para beneficiar al presidente Joe Biden y a su partido con los resultados de la elección. Por otro lado, para nosotros es bueno tener al presidente Trump casi permanentemente en las cadenas de televisión todos los días ocupando segmentos importantes de todos los noticieros televisivos. Está diciendo las cosas como son, le llama “al pan, pan y al vino, vino”; y aunque le han puesto ciertas mordazas, él y sus subalternos están dando a conocer lo que ha venido sucediendo. Esta semana, el presidente Trump visitó una bodega hispana en Harlem y fue recibido con un ambiente victorioso de todos sus seguidores, todos impulsándolo. Si los demócratas y el presidente Biden creían que iban a debilitar al presidente Trump por crearle un proceso judicial, el resultado está siendo justamente lo contrario”.

¿Ustedes ven estos procesos judiciales como una estrategia electoral de la Casa Blanca y los demócratas para cerrarle el camino a Donald Trump?

“No tenemos la menor duda de que ese ha sido el propósito. De otra forma, no nos podemos explicar la acusación sobre los documentos supuestamente confidenciales que el presidente Trump tenía bajo protección en Mar-a-Lago. Esos documentos que sacó Trump de la Casa Blanca los tomó siendo el presidente de Estados Unidos, tenía derecho a desclasificarlos y han estado bajo la custodia del servicio secreto de Mar-a-Lago todo este tiempo. En cambio, el presidente Biden sacó documentos cuando ni siquiera era presidente, era vicepresidente y en esa condición no tenía derecho a levantarles el sigilo ni la confidencialidad. Los documentos estuvieron completamente descuidados en la cochera de su casa de Delaware y en un cubículo de la universidad en Pensilvania, que era financiada por el partido Comunista Chino. Y no pasó nada, por el contrario, un fiscal comprado por el mismo Departamento de Justicia concluyó que no tenían autoridad para levantar procesos contra Joe Biden, porque ya es un anciano con buena voluntad, pero con muy mala memoria. Entonces otra vez encontramos el doble rasero que utiliza la justicia. Cuando el acusado es el presidente Trump, se levanta un proceso judicial hasta sus últimas consecuencias. Pero cuando Joe Biden comete un delito, simplemente se le declara anciano de mala memoria, y, por lo tanto, no puede ser juzgado. Uno más: la multa a Trump por haber supuestamente mal informado de los estados financieros de sus negocios y sobrevalorado sus propiedades en Nueva York y por lo cual obtuvo préstamos de los banqueros, no obstante, los bancos que le prestaron el dinero recibieron su pago sin ningún tipo de contratiempo. Los bancos están satisfechos del negocio que hicieron con el presidente Trump y están dispuestos a seguir haciendo negocio con él, pero una juez hizo campaña para multar a Trump. Aquí está clarísima una persecución política. La señora jueza hizo su campaña para ser elegida fiscal con el argumento de que destruiría a Donald Trump. Y eso le ha causado perjuicios enormes a la ciudad de Nueva York y al sistema financiero, porque ya es muy difícil confiar en un sistema donde un fiscal tiene todo el poder para destruir una corporación, su prestigio y su buen nombre, simplemente por razones políticas”.

Las encuestas siguen colocando a Trump de cuatro a cinco puntos porcentuales arriba de Biden en la intención del voto. En ese contexto, ¿cuál crees que sea el peso específico de la extrema derecha para que Trump obtenga el triunfo?

“Yo no creo mucho en eso de que haya derecha extrema en Estados Unidos. Lo que pasa es que nos hemos movido tanto hacia la izquierda, hacia las ideas liberales, que hoy en día cualquier persona que crea en la familia, que crea que solo existen dos sexos, que es lo que nos ha dicho la ciencia a lo largo de toda la existencia de la humanidad; que crea que el gobierno debería ser menos intrusivo en la vida de las personas; que crea que debe de haber responsabilidad fiscal en las decisiones que toma el gobierno, que crea que es importante mantener la célula fundamental de nuestra sociedad que es la familia, automáticamente somos tachados de ser de extrema derecha”.

“Yo no creo que en el partido republicano existe una súper derecha. Lo que existen son ideas conservadoras, ideas de responsabilidad fiscal que las pensamos fundamentales cuando tenemos la inflación tan alta y el incremento de nuestra deuda pública completamente descomunal. En fin, me parece que cuando nos juzgan de ser de extrema derecha por nuestros pensamientos nos parece un poco exagerado. Lo que sí estamos viendo es como el partido Demócrata está moviéndose muchísimo más a la izquierda. Vemos como quiere permitir que los ambientalistas manejen el país apoyándose en teorías que no han sido debidamente sustentadas por la ciencia como las que hablan del calentamiento global. Cuando hemos descubierto que una cantidad enorme de Think Tanks de vigilancia, de supervisión de la temperatura, simplemente no están funcionando como lo dicen los ambientalistas. Estamos viendo cómo para apaciguar los intereses de los chinos estamos cambiando la dependencia de un elemento que nos ha sido generoso, como el petróleo y el gas, y que en el gobierno del presidente Trump fuimos grandes exportadores y autosuficientes en materia energética, y todo esto lo hemos sacrificado solamente para satisfacer los intereses del Partido Comunista Chino que nos quiere meter por los ojos sus vehículos eléctricos en momentos en que no los necesitamos. Eso nos ha llevado a un incremento altísimo de los precios de los combustibles en Estados Unidos”.

“De manera que nosotros creemos que justamente porque tenemos iniciativas, ideas, propuestas de sentido común en materia de control de la frontera, en materia de energía, en materia de manejo de la economía, de control de los precios, de responsabilidad fiscal. Justamente, para no andar gastando dinero que no tenemos y que no sabemos si vamos a poder recaudar en cantidades enormes de cosas que no necesitamos, justamente, eso es lo que está atrayendo una cantidad enorme de nuevos votantes a nuestro partido, particularmente, en las minorías: los afroamericanos que tradicionalmente acompañaban al Partido Demócrata se están mostrando mucho más interesados en escuchar nuestros videos en mudarse a nuestro partido. Y eso es lo que está sucediendo también con los representantes hispanos en todos los cuatro puntos cardinales de Estados Unidos. No es verdad que, en el sector oeste donde tenemos estados con números muy grandes de población hispana, como California y Arizona, o el sur con Texas, en Florida, o en los estados del norte estamos viendo una cantidad importante de hispanos mudarse a nuestro partido”.

¿Piensan ustedes que el apoyo latino será también fundamental para un eventual triunfo de Trump?

“Más que nunca en la historia de Estados Unidos. Primero porque ya hemos alcanzado nuestra condición de la minoría más grande en el mapa demográfico de los Estados Unidos. Estamos por encima de los afroamericanos, estamos por encima de los asiáticos, estamos obviamente por encima de los nativos, de manera que el grupo minoritario más grande en Estados Unidos somos los hispanos que constituimos entre 17 y 19 por ciento de la población total de la Unión Americana y seguimos creciendo a diferencia de la población blanca, porque los hispanos tenemos más hijos que los anglos, sin olvidar el impacto de la migración desde América Latina”.

A propósito de esto ¿qué piensan en el Partido Republicano de los migrantes?

“Que lleguen por el mecanismo legal, por el marco de las leyes. A los hispanos nos gusta la migración, lo que no nos gusta es el desorden, lo que no nos gusta es esta entrada desmedida de personas. Informaciones recientes del programa de protección de fronteras han dicho que cerca del 80% de las personas que están cruzando la frontera entre México y los Estados Unidos en los últimos meses, no hablan español. O sea, provienen de otros continentes, como África y Asia. Hemos visto cómo ha crecido la población china en Estados Unidos, esa población se ha incrementado por encima del 6 mil por ciento en el último año. ¿A quién va a perjudicar esa migración desmedida? Fundamentalmente a los hispanos que ya están aquí en Estados Unidos, que están tratando de competir con los mismos empleos, pero están dispuestos a recibir menos salarios, a no sindicalizarse, a no tener beneficios, a no aportar al sistema de seguridad social y todas estas cosas. Esa migración desmedida nos perjudica a todos quienes vivimos en Estados Unidos seamos o no migrantes”.

Movámonos un poco hacia la relación que ustedes miran que podría establecer un gobierno encabezado por Donald Trump con México, con Cuba y con Venezuela.

“Nosotros creemos que ya tenemos antecedentes firmes sobre el comportamiento de Donald Trump frente a las relaciones de los Estados Unidos y estos tres países. Recordemos que cuando el presidente Trump llegó a la Casa Blanca, en enero de 2017, la administración de Barack Obama había normalizado las relaciones con Cuba, que es el país causante de todo este desequilibrio político que ha venido sufriendo nuestro continente a lo largo de más de siete décadas. La normalización de esas relaciones con Cuba a cambio de nada realmente nunca produjo ningún resultado favorable. Por el contrario, la situación para los cubanos ha sido cada vez peor. No ha habido ningún interés por parte del régimen cubano de los hermanos Castro y hoy de Miguel Díaz-Canel de normalizar absolutamente nada en Cuba. El sistema económico que ha conducido a este país a la miseria total de la enorme mayoría de sus ciudadanos, en el plano político no existe ningún tipo de libertad para escoger a sus propios líderes, tampoco existen las libertades básicas como las que usamos en la mayoría de los países. No existe la libertad de movilidad, de viajar a otro país, la libertad de expresión no existe, ni la prensa libre, ni una pluralidad de medios de comunicación. Nada de eso existe en Cuba. Nada de eso ha mejorado. No mejoró lo suficiente para haber justificado el levantamiento de las sanciones por parte de la administración Obama. El levantamiento de las sanciones me refiero a la sanción del embargo y a la interrupción de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Se les concedieron estas prebendas sin merecerlas, y después de habérselas concedido no hubo un resultado favorable. Lo mismo está sucediendo en esta administración con el caso de Venezuela. Se han levantado unas sanciones sin que Venezuela haya hecho absolutamente nada, solo promesas que el régimen de Nicolás Maduro no ha cumplido. En Nicaragua también hay serias dificultades en materia de democracia, cada vez que hay procesos electorales Daniel Ortega decide judicializar a todos sus adversarios impidiendo que los nicaragüenses tengan sus propios líderes. En México la situación es un poco más compleja, ya veremos cómo se desarrolla en las elecciones de este año. Pero al mismo tiempo que vemos la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, también hay muchas quejas frente a su compromiso con el establecimiento pleno de la democracia y el respeto al derecho de la gente a elegir a sus líderes. Necesitaremos de alguna forma que el presidente Trump, una vez llegue a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, se entienda de la mejor forma posible como con socio más más importante que es México, no solamente en materia comercial, sino además en lo que tiene que ver con algo que se ha convertido en este momento en el asunto más importante: la crisis fronteriza a consecuencia de la migración de miles de personas hacia Estados Unidos. Lo que tiene a la gente incómoda no es que los migrantes sean legales o no, sino que se han convertido en un serio problema para la seguridad nacional, para la seguridad doméstica, para la economía del país. La presencia de los migrantes se ha convertido en un problema gravísimo para las finanzas de los distritos, de las instituciones, de los condados, de los estados. No solamente los estados fronterizos, sino en todo el país los gobiernos estatales están teniendo dificultades económicas muy serias por los costos enormes que implica el arribo y atención de los migrantes para cubrir las necesidades básicas de los miles de migrantes. Frente a esa situación el gobierno federal tampoco está haciendo lo necesario para ayudar a los gobiernos estatales con los gastos que genera la llegada de los migrantes”.

“Los primeros 100 días de gobierno del presidente Trump va a tener que comenzar a desmontar, a cancelar algunas de las atrocidades que se han cometido durante la administración Trump. Empezando por el tema fronterizo. Es decir, a través de Órdenes Ejecutivas va a tener que derogar las Órdenes Ejecutivas que tomó el presidente Biden sobre la política de permanecer en México mientras obtienen el asilo en Estados Unidos, Es decir, todo el mundo entiende que la Constitución y las leyes, y sobre todo la costumbre y la muy buena voluntad de los Estados Unidos, le permiten a cualquier persona de cualquier nación del mundo llegar aquí y solicitar un asilo político. Para eso hay que demostrarlo. Hay que tener una documentación. Hay que presentar las pruebas. Hay que ver que efectivamente existen las razones, los motivos para solicitar ese asilo. Lamentablemente, la mayoría de las personas que están solicitando ese asilo no reúnen esas condiciones. Si tomamos como referencia las cifras de las solicitudes de asilo durante la administración del presidente Trump, sabemos que ni siquiera 5 por ciento de las personas que solicitaban el asilo realmente lo merecían. Lo que esta administración cambió fue precisamente esa política de que todo está bien, está en regla para solicitar el asilo. Lo que vamos a establecer nuevamente es que mientras analizamos cada caso de solicitud de asilo, las personas deberán permanecer en fuera de las fronteras de Estados Unidos. Cuando Biden quitó esa política todas las personas comenzaron a entran y ahora es imposible localizarlas. Con nuestras nuevas disposiciones los migrantes se van a dar cuenta que estos no son los Estados Unidos que ellos se imaginaron, donde pueden comprar, encontrar empleo y realizar el sueño americano. Comprenderán también que no era tan malo lo que dejaron en sus países. Y van a tener que optar entre esperar a ser deportados o simplemente acogerse a una invitación para dejar el país y regresar a su nación de origen. Ese sería uno de los procesos que debería comenzar la próxima administración una vez sea el presidente Trump llegue a la Casa Blanca. Él ha anunciado que habría la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos. La verdad es que un porcentaje muy pequeño de estas personas que llegaron no reúnen las condiciones para acceder al asilo y, por lo tanto, tendrán que dejar el país”.

La Sala de Cuestiones Preliminares II de la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Vladimir Putin

¿Cómo sería la relación de Estados Unidos bajo la presidencia de Trump, con Israel, Ucrania, Rusia, China?

“En el tema de China el presidente Trump ya ha dado algunas declaraciones en el sentido de que esto afrontará algunos de los aranceles de la importación de productos de China. La verdad es que con el manejo monetario que China tiene es muy difícil competir con ellos. Ellos manejan la paridad de su moneda a su antojo. A diferencia de nosotros que tenemos una reserva federal, un banco central, que además es ajeno al gobierno o al congreso. Ellos actúan con su libre albedrío. Y hacen todas las determinaciones que les parecen más convenientes para enfrentar a nuestra moneda. China inunda a muchos países con una cantidad de productos baratísimos, compiten deslealmente como fabricantes nacionales. Debemos controlar las importaciones chinas”.

“En lo que respecta a Rusia y Ucrania, el presidente Trump obviamente utilizaría sus habilidades de negociador en el terreno diplomático para tratar de dejarle claro a Vladimir Putin que debe dejar a Ucrania en paz. Al mismo tiempo, si eso no funciona, el presidente ha hecho sus declaraciones diciendo que no tiene muchos motivos para que los Estados Unidos inviertan más dinero del que están invirtiendo las naciones europeas y miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Es que deberíamos estar mucho más interesadas en encontrar cierta normalidad y sobre todo topar las ambiciones expansionistas de los rusos. Eso ya lo vimos en los años treinta del siglo pasado con Alemania cuando empiezan tomando un país y luego terminaron apoderándose del continente entero, esto podría estar sucediendo con Rusia. Y los países europeos están esperando que los Estados Unidos pongan todo el dinero para la defensa de Ucrania, cuando en realidad los países europeos deberían ser los primeros interesados en todo esto”.

“Frente al tema de Irán, el presidente ha sido categórico, se opuso al levantamiento de las sanciones impuestas contra Irán hasta que no se puedan revisar, se puedan vigilar los laboratorios donde se está enriqueciendo uranio con fines bélicos en Irán. Y la administración Biden ha levantado, ha flexibilizado esas sanciones, y ha permitido a Irán tener acceso a una cantidad enorme de fondos, muchos de los cuales fueron utilizados justamente en los ataques de Hamas el 7 de octubre contra Israel. De manera que pues todas estas cosas volverán a tomar el curso que tenían cuando Donald Trump era el presidente de los Estados Unidos y que lamentablemente se desviaron pésimamente, dicho sea de paso, durante la administración Biden”.