¿Qué buscan Marcelo y sus diputados ¿Ambición personal o compromiso popular
  • ¿Cuál es la prioridad de Marcelo Ebrard y los Legisladores morenistas que le apoyan?
  • ¿La ambición personal logrará superar el compromiso con el pueblo?
  • Escrita por: Oscar Miguel Rivera Hernández.

La actitud de Marcelo Ebrard y los legisladores morenistas que lo apoyan al interior de ese partido, plantea una pregunta fundamental: ¿Cuál es su verdadera prioridad? Lamentablemente, parece que sus intereses personales están por encima de los intereses de México y del proyecto de nación que prometieron representar. Esta actitud es un ejemplo vívido de la problemática que enfrenta la política en nuestro país y daña la confianza del pueblo en sus representantes y en el sistema político mexicano.

En primer lugar, es esencial recordar que los representantes electos, ya sean legisladores o funcionarios públicos, tienen la responsabilidad de servir a los intereses de la población que los eligió. Su deber es trabajar en beneficio de todos los mexicanos, no de un grupo selecto o de intereses personales.

Cuando un grupo minoritario dentro de un partido político utiliza su poder para influir en decisiones clave, como el presupuesto federal, y obstaculiza el proceso legislativo en beneficio de sus propios intereses, se atenta contra la esencia misma de la democracia y se traiciona la confianza que el pueblo depositó en ellos. Es importante recordar que están en sus cargos porque el pueblo los eligió.

El hecho de que Marcelo Ebrard haya perdido en el proceso interno de su partido, incluso frente a Claudia Sheinbaum, y aún busque influir en las decisiones legislativas a través de sus seguidores plantea dudas sobre su compromiso con el proyecto de Morena y con la 4T. Además, cuestiona su lealtad a la voluntad del pueblo que eligió a esos 40 legisladores para llevar a cabo un programa de gobierno específico. ¿Está buscando realmente el bienestar del país o está persiguiendo sus propios intereses de poder y control?

La pérdida de la mayoría en la Cámara de Diputados y la decisión de estos 40 legisladores afines a Ebrard de proponer modificaciones al presupuesto federal para el año 2024 demuestran la fragilidad de la coalición gobernante y la falta de unidad en la toma de decisiones cruciales para el país. Esto no solo genera incertidumbre, sino que también podría causar retrasos en la aprobación del presupuesto, lo que afectaría la ejecución de programas y proyectos cruciales para el desarrollo de México.

Es inquietante que estos legisladores estén dispuestos a modificar aspectos del presupuesto que son fundamentales para el país, como la seguridad, la justicia, la educación y el campo. Esto pone en riesgo la estabilidad y el progreso de México en áreas esenciales. Además, la negativa a intervenir en proyectos prioritarios para el presidente, como Dos Bocas o el Tren Maya, sugiere que algunos legisladores podrían estar más interesados en bloquear la agenda del gobierno que en trabajar de manera constructiva para el beneficio de la nación.

La falta de transparencia y la denuncia de los legisladores que apoyan a Ebrard, de que se les ha ocultado el presupuesto, que no creo que se les haya ocultado, pero si así fuera, esto, genera preocupación y deteriora o acaba con la confianza en el proceso legislativo. Los ciudadanos tienen derecho a conocer los detalles del presupuesto y a entender cómo se asignan los recursos públicos.

En pocas palabras, la actitud de Marcelo Ebrard y los legisladores que lo respaldan preocupa, sobre la priorización de intereses personales y de grupo sobre los intereses de quienes los eligieron, es decir, el pueblo de México. Esto refleja un problema persistente en la política de nuestro país, donde las luchas internas y la falta de unidad pueden obstaculizar el avance y el desarrollo del país. La democracia y la transparencia son fundamentales para mantener la confianza de la población en sus representantes y en el sistema político, y es crucial que se respeten y fortalezcan estos principios para el bienestar de México y de su gente.