La inversión física llegó a un crecimiento de 17.9% anual en el primer semestre del 2023, como muestra de las primeras señales del impacto del nearshoring y las obras de infraestructura del Gobierno de México bajo la gestión de AMLO.
Dicho incremento es el más pronunciado para una primera mitad de año desde 1993, en cifras estudiadas por estacionalidad, año en que comienzan los registros de los indicadores trimestrales de la oferta y demanda, sin dejar de mencionar el ahorro bruto que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que resultó el principal motor de crecimiento de la economía durante el primer semestre del 2023.
Al interior, la inversión pública se destacó por un incremento de 15.7% anual entre enero y junio, su primer dato destacado para un mismo periodo desde 2018 y el más sólido desde 2008, de acuerdo a las cifras ajustadas por estacionalidad.
En cuanto a la inversión privada, esta mostró un crecimiento más pronunciado, del orden de 18.1 por ciento anual, su mejor comportamiento para un primer semestre desde 1998.
Entre otras señales de que la inversión privada, la misma mostró un mejor desempeño, porque se presenció que desde el comienzo del sexenio del presidente AMLO registró un crecimiento de 15%, y la pública exhibió un rezago de 12.8%.
Desde los niveles prepandemia, la inversión privada aumentó 20 por ciento y la pública 8.8%, según los datos del instituto.
También, con el dato al segundo trimestre de este año, la inversión privada llegó a un máximo histórico, en contraste con la pública, que logró un rezago de 48.3%, desde el primer trimestre de 2009.
La coordinadora de análisis económico de México, ¿Cómo Vamos?, Adriana García Hernández, confirmó que la inversión ya representa el 24.9% del PIB, superando la meta del 24.0%.
