Aunque ya pasó una década, por orden de la autoridad antimonopolios Comisión Federal de Competencia (hoy conocido como Cofece), de entregar acceso abierto e irrestricto a cerveceros artesanales en cantinas del país, bares y restaurantes, eliminando las exclusividades que tenían con las grandes compañías, su progreso no es lo esperado.
Según la Asociación de Cerveceros Artesanales de México (Acermex), las compañías independientes pesaban 0.02 por ciento del mercado total en 2012, antes de que empezará a entrar en vigor dicha medida, mientras que el resto estaba en manos de Cuauhtémoc Moctezuma (que actualmente se llama Heineken México) y Grupo Modelo (ahora de AB Inbev).
Ahora bien, 10 años después se reportó que aún pelean por tener 1 por ciento del mercado, ya que cuentan con 0.22 por ciento del mismo, sin dejar de mencionar que se sumaron más de mil 400 productores en este lapso motivando la producción de los cerveceros independientes en 22 veces.
“En general hay actualmente dos cerveceros enormes en el mundo y luego los demás. En México después de 10 años, todos siguen batallando con los grandes, principalmente en los temas económicos, los alcances y precios que tiene uno masivo, muy diferente a los que tiene un artesanal”, expresó Eric Gómez, director general de MaxiaNET, en entrevista con MILENIO.
Dicha fuente confirmó que no basta con la parte de las regulaciones, porque en el país aún hace falta impulso en la cuestión cultural, como consecuencia de que los pequeños productores se enfrentan primero a tener que “ganarse” a su consumidor local, para posteriormente planear llegar a un anaquel donde compiten con presentaciones masivas.
También, desde la industria expresaron que aún existe cierto favoritismo en los restaurantes y meseros por el producto de los grandes, aunque por ley esto se encuentra prohibido; es importante que los restaurantes abran el espacio a aquellos cerveceros artesanales, porque en estos espacios se consume alrededor del 40% de lo que se demanda al año en México.
