El comienzo del segundo trimestre del año resultó negativo para el mercado laboral. En abril se perdieron 112,165 puestos de trabajo y se presenció un deterioro en indicadores clave como la tasa de subocupación y desocupación, de acuerdo a lo que expresó la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Como consecuencia de la caída de los niveles de ocupación, la tasa de desempleo presentó un ligero repunte, ya que pasó de 2.4 a 2.8% en el comparativo mensual. Pese a lo anterior, se mantuvo en una cifra baja. Para marzo, la desocupación cayó a mínimos históricos.
En cuanto a la reducción de la población ocupada fue resultado de una pérdida de alrededor de medio millón de trabajos subordinados, y un aumento en el trabajo no remunerado (236,177), empleadores (143,541) y un ligero incremento en el ítem de trabajo por cuenta propia (84,899).
“El resultado es consistente con su patrón estacional usual, recordando que el resultado tiende a ser más alto considerando las distorsiones derivadas de la Semana Santa”, expresó Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Banorte.
Aunque se observó una disminución en los puestos de trabajo a nivel general, el empleo formal registró un avance, con 118,097 plazas nuevas. También la informalidad perdió 230,280 puestos, lo que representó una ligera reducción mensual de la tasa de informalidad laboral de 0.3 puntos porcentuales para llegar a 54.7%, su nivel más bajo en los últimos 14 meses.
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