Como consecuencia del cierre de operaciones el día de ayer (miércoles, 15 de febrero del 2023), Aeromar escribió el final de una historia que duró 35 años y se convirtió en la aerolínea mexicana número 15 en suspender sus actividades en los últimos 23 años.
Interjet o el grupo Mexicana de Aviación, para brindar un par de ejemplos, por diferentes circunstancias, no pudieron hacerle frente a las crisis financieras y diferentes retos que precipitaron su salida del mercado
Carlos Torres, que ejerce como analista en temas de aviación, resaltó que más allá de las fatales administraciones de los dueños, las autoridades mexicanas tienen una responsabilidad, debido a que han fallado en supervisar financieramente a las aerolíneas.
“La autoridad está facultada para hacer revisiones no solo operativas, sino también en materia financiera. El grave problema que ha ocurrido desde hace más de una década a la fecha es que la autoridad nunca ha tenido los equipos de especialistas bien entrenados para hacer este análisis financiero”, expresó Torres.
Por otro lado, el experto destacó que, la autoridad aeronáutica ha sido omisa de ejercer estas facultades y, por lo menos, menos en los últimos cierres de empresas (Mexicana de Aviación, Interjet y Aeromar) con dos gobiernos distintos “ha permitido hacer una bola de nieve en que al final del día, lamentablemente, los usuarios terminan con boletos comprados que nunca les van a devolver”.
Vale destacar que, en cuanto a Aeromar, que es una aerolínea de nicho y era la única en brindar conectividad a ciertos destinos, Torres detalló que “hay una pérdida de valor para la industria en su conjunto”. Dicha pérdida de valor va más allá del recurso humano pues, detalló, “no menor, está el tema de los trabajadores que, al final del día, al no concluirse satisfactoriamente los procesos de quiebra a través de concursos mercantiles, es muy difícil que logren al final del día cobrarse sus liquidaciones”.
