No hay duda de que los resultados electorales de Alejandro “Alito” Moreno, son los peores en la historia del Partido Revolucionario Institucional (PRI). De 14 gubernaturas que tenían en el año 2018, en cuatro años se han reducido a solo tres, y hay altas probabilidades de que en 2023 perderán dos de ellas: Estado de México y Coahuila. Aún así, él se niega a dejar la dirigencia y advirtió que se va hasta agosto de 2023, de acuerdo a su periodo estatutario.

 

En algunos estados las votaciones del PRI de Alito son mejores al 3.5 por ciento que la ley exige para mantener el registro como partido. Alito Moreno además de no saber ganar elecciones, tampoco ha impedido la desbandada de liderazgos hacia Morena. Gobernadores en funciones han preferido operar para Morena y asegurar su futuro político, carcajeandose de las advertencias de posibles sanciones de parte de Alito.

 

Ante tal situación, un grupo de distinguidos militantes priístas, entre los que aparecen ex dirigentes nacionales, ex gobernadores y legisladores, solicitan la renuncia voluntaria de Alejandro Moreno y un diálogo crítico para rescatar al que alguna vez fue el partido hegemonico.

 

La misiva la firman José Natividad González Parás, Rogelio Cerda Pérez, César González Quiroga, Pedro Morales Somohano, Alfredo Garza de la Garza, Carlota Vargas Garca, Benjamín Clariond Reyes Retana, Felipe Enríquez Hernández, Jorge Cantú Valderrama, Gilberto Treviño Aguirre, Héctor Gutiérrez de la Garza, Mario Guerrero Dávila y Pedro Pablo Treviño Villarreal.

 

A esta voz se han sumado ex dirigentes como Dulce María Sauri y Pedro Joaquín Coldwell.

 

Además del renglón político están las acusaciones de corrupción por parte de medios de comunicación y de autoridades que ya investigan el origen de sus bienes y de algunas propiedades sospechosas. Agentes ministeriales ya acudieron a realizar una inspección a una de sus mansiones en Lomas de Castillo, Campeche.

 

El sitio digital Mexicanos contra la Corrupción, auspiciado por Claudio X González (impulsor de la alianza Va por México) documentó la red de complicidades de Alito con amigos y familiares para hacer negocios inmobiliarios e incrementar su patrimonio. Incluso el ex gobernador de Campeche gastó alrededor de 3900 millones de pesos sin comprobar su origen y destino, de acuerdo con el portal Animal Político.

 

También se han revelado polémicos audios en los que se habría indicios de supuestos actos de corrupción al solicitar sobornos y uno muy polémico donde dice que a los periodistas se les debe “matar de hambre”.

 

 

El destino político de Alito se discutió este 14 de junio en una encerrona con liderazgos priístas. Y aunque todo indicaba que tiene las horas contadas al frente del tricolor, Alito se aferra al clavo ardiendo.