El Gobierno de México ha espiado sistemáticamente a grupos que considera subersivos y así lo hizo con los normalistas de Ayotzinapa, a quienes incluso infiltró. Así lo revela el Tercer Informe del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI), que también confirma que el Ejército y la Marina se involucraron en la desaparición y encubrimiento de la evidencia en el caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos.

 

De la participación del ejército se ha hablado en diversos libros y reportajes. Pero del espionaje sistemático, poco se ha abordado. El Informe también demuestra que se ocultó información incluso en este sexenio, en el cual el presidente López Obrador tiene un pacto no escrito con las Fuerzas Armadas.

 

Estos son los diez puntos preocupantes que enfatizó al respecto del informe, Luis Fernando García, Director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales.

 

 

1. Cuatro días antes de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, la Comandancia de la 35 zona militar ordenó a todos los batallones de Guerrero que dieran seguimiento a los estudiantes.

 

2. Al menos 3 agentes de inteligencia de la SEDENA estaban infiltrados en la escuela normal rural de Ayotzinapa.

 

3. Autoridades policiales y militares mantuvieron un monitoreo pormenorizado de los estudiantes durante los hechos de desaparición forzada, incluyendo intercepción de comunicaciones en tiempo real.

 

4. Toda la información de inteligencia con que contaban las fuerzas armadas no fue compartida a las autoridades encargadas de la búsqueda e investigación. De hecho se ocultó esta información por años, incluyendo durante este gobierno a pesar de órdenes del presidente.

 

 

5. El ejército y el CISEN intervinieron ilegalmente las comunicaciones de varios actores claves en los hechos, incluso cuando estaba ocurriendo la desaparición forzada. La información nunca fue compartida con las autoridades de búsqueda e investigación.

 

 

6. A pesar de reiteradamente negar su existencia, el Ejército sí llevó a cabo investigaciones paralelas sobre los hechos. A la fecha sigue ocultando el acceso a esas investigaciones.

 

7-Un dron de la Marina grabó como elementos de la Marina manipularon el sitio del basurero de Cocula antes de su “hallazgo” como parte de la “verdad histórica”. Manipulan bultos, inician una hoguera y contaminan la escena

 

8. El acta de búsqueda y recolección de indicios en el Río San Juan (de donde se extrajo una bolsa con restos óseos) fue falsificada. La firmó una agente del ministerio público que ni siquiera estaba en Cocula

 

 

9. El GIEI concluye que la tortura fue una práctica sistemática para obtener declaraciones que sustentaran la “verdad histórica”. En esas torturas participaron PGR, CISEN, SEMAR, Policía Federal.

 

10. 22 personas relacionadas (a los hechos de la desaparición de los 43) que pudieron haber compartido información que murieron. Solo dos, por muerte natural”. Esto lo dijo Francisco Cox, del GIEI.