Cuando Santiago Nieto bailaba con Carla Humprey su vals de bodas al ritmo de “I don’t want to Miss a Thing”, de Aerosmith, no imaginaba que aquellas eran sus últimas horas como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera en México.

El sabor de la esfera de carpaccio, los ravioles con queso y la tira de asado que ofrecieron en la fiesta realizada en el Hotel Casa Domingo, en Guatemala, se fue amargando conforme avanzó el fin de semana.

Primero explotó el escándalo de la entonces Secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Paola Félix Díaz, quién para asistir al compromiso social en Guatemala, llegó en una avioneta en la que los policías decomisaron 35 mil dólares en efectivo.

En la avioneta viajaban doce personas, según un informe de la División de Análisis Antinarcoticos de Guatemala, del Aeropuerto La Aurora. La pasajera Erika Telich, fue quien no declaró el dinero a las autoridades aeroportuárias, pero posteriormente aseguró que el efectivo era para pagar la atención médica de su jefe, Juan Francisco Ealy Ortiz, director de El Universal.

Cómo era de esperarse, a la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México se le solicitó su renuncia.

“Renunció, porque no vamos a permitir, luchamos durante muchos años, que no vengan funcionarios de la ciudad a actuar como otros. Nada de aviones privados, aquí somos ciudadanos gobernando ciudadanos”, dijo la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Pero la bola de nieve no se detendría ahí. Cuando los periódicos reseñaron el carácter fastuoso de la boda entre Santiago Nieto y la consejera del Instituto Nacional Electoral, Carla Humprey, comenzaron las críticas pues aquel festejo no se ajustaba a la austeridad que predica el Presidente López Obrador.

Champagne Möet & Chandon, vino tinto, música de los años 80 hasta el amanecer y un hotel con habitaciones Spa-Living, obras de arte de distinguidos pintores guatemaltecos y finos textiles, fueron parte del relato de este enlace matrimonial.

Por si eso fuera poco, Nieto Castillo invitó al festejo a varios adversarios políticos del presidente. Entre ellos, el director del diario El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, la senadora panista, Josefina Vázquez Mota; el constructor José María Rioboó y varios diputados priístas.

Fue así como la tarde-noche del lunes, la dirección de Comunicación Social del Gobierno Federal dio a conocer una ficha informativa.

“Por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López, dio posesión del cargo a Pablo Gómez Álvarez como nuevo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera en sustitución de Santiago Nieto Castillo”.

Santiago Nieto respondió lo siguiente en su cuenta de Twitter:

Antes de que pudiera afectarse al proyecto, por las críticas derivadas de actos de terceros relacionados con un evento personal y transparente, preferí presentar mi renuncia como titular de la #UIF. Mi lealtad es con el Presidente @lopezobrador_. Mi amor para @C_Humphrey_J” , tuiteó Santiago Nieto.

Carla Humprey, Consejera Electoral del INE también hizo lo propio:

“Mi amor absoluto e incondicional es para ti .@SNietoCastillo. Eres, sin ninguna duda, lo mejor que me ha pasado en la vida. Un hombre leal, admirable e íntegro y un ser humano excepcional que siempre busca ayudar y apoyar a quien lo necesita”.

Con Santiago Nieto, la Unidad de Inteligencia Financiera había adquirido un peso fuerte y él, como titular, también contaba con gran protagonismo. Sin embargo piso varios callos en sus investigaciones y no eran pocos los que se frotaban las manos esperando su caída.

Con esta boda, Nieto Castillo cometió el error de invitar a adversarios del presidente AMLO y realizar una boda ostentosa, que no cuadra con el discurso de austeridad franciscana de la Cuarta Transformación. Y todo se destapó por los dólares en efectivo de Paola Felix.

Todo ello le costó el puesto.