Al parecer no habrá nada que detenga la entrada en vigor de la Reforma Eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues las suspensiones en contra de la misma, han ido cayendo una a una como piezas de dominó.

El primer golpe a favor de la Reforma llegó el 1 de julio, cuando el Segundo Tribunal Colegiado Especializado en Competencia Económica, revocó una de las suspensiones definitivas señalando que las disposiciones de la Ley “no causaban ningún daño a particulares”.

Y la caída fue inminente.

Luego, el golpe decisivo, el Primer Tribunal Colegiado Especializado en Competencia Económica el que resolvió por dos votos a uno, el que no procedan todas las suspensiones definitivas que se habían interpuesto en contra de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica.

Los magistrados Eugenio Reyes Contreras y Gildardo Galinzoga Esparza votaron a favor de revocar la suspensión definitiva, mientras que la magistrada Rosa Elena González Tirado dio su veredicto en contra.

El resto de las suspensiones deberán ser eliminadas en lo sucesivo, para que así la Ley pueda “descongelarse” y entrar en vigor.

Así, las medidas que dictaron desde marzo los jueces Juan Pablo Gómez Fierro y Rodrigo de la Peza deberán quedar sin efectos.

El argumento de ambos tribunales es que la nueva legislación no afectará, por ahora, a los productores privados de energía.

Según López Obrador, su Reforma busca rescatar a la Comisión Federal de Electricidad del “saqueo” de las empresas privadas y extranjeras.

La anuencia de los Tribunales a la reforma eléctrica de López Obrador da ventajas para  suministrar energía proveniente de las plantas de la CFE con generadores antiguos respecto a las centrales privadas de renovables y de ciclo combinado.