Desde la Tarjeta Regia, que Adrian de la Garza promueve en Nuevo León, hasta la “Unidos contigo” en Baja California, las tarjetas y medios que promueven la entrega de apoyos económicos han vuelto a colocarse en el ojo del huracán de los procesos electorales.
Y es que “La Regia”, no entrega ningún recurso, sino es más una promesa que hace el candidato a que, de llegar a convertirse en gobernador de Nuevo León, le serán brindados apoyos económicos a las mujeres de dicho estado, además de acceso a otros beneficios, sin embargo el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que estos artilugios están siendo utilizados para coaptar el voto.
Si bien la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales especifica que está prohibida la entrega de cualquier tipo de beneficio, bien o servicio ya sea en específico o en efectivo, ya hay precedentes de que estos plásticos no incurren en un delito electoral, según lo determinó desde el 2018 la Autoridad Electoral.
Esta Ley permite la difusión de propaganda política a través de escritos, publicaciones, durante las campañas con el objetivo de promover el voto hacia los candidatos de algún partido o proyecto político.
En tanto, mientras no se trate de la entrega de apoyos económicos o en especie o se condicione la entrega de algún programa ya existente, será la propia Fiscalía General de la República la que determinará si La Regia constituye algún delito.
Tarjetas: La vieja confiable
Y es que decirle a alguien que si te apoya con su voto, cuando ganes y gobiernes, le regresarás ese apoyo con la entrega de recursos económicos, no es más que una vieja práctica de todos los partidos políticos.
Ya en 2012, en Jalisco, para la campaña a Gobernador de Aristóteles Sandoval, distribuyó “La Jalisciense”, una tarjeta con la que se prometían apoyos para los adultos mayores, madres solteras, personas con alguna discapacidad, integrantes de las comunidades indigenas, y estudiantes a través de apoyos desde la Secretaría de Desarrollo e Integración Social.
Para las elecciones de 2017, Alfredo del Mazo, el candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México promovió la repartición de las tarjetas del Salario Rosa, con las que se pagaría a las mujeres que no tuvieran otro ingreso.
Para 2018, fue la coalición México Al Frente, integrada por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano quienes utilizaron esta herramienta para intentar coaccionar el voto a través de la promesa que, de llegar a la presidencia de la República comenzarían a repartir a los mexicanos registrados un Ingreso Básico Universal, por hasta $1,500.00.
Luego durante la elección para la Gubernatura de Coahuila se entregaron las famosas “tarjetas rosas”.
