Las campañas de vacunación europeas han dado un nuevo giro.

La semana pasada, Dinamarca, Noruega e Islandia decidieron suspender la administración de la vacunación de AstraZeneca por una supuesta relación con varios trombos en pacientes inoculados; días después, Austria, Letonia, Estonia, Lituania, Luxemburgo, Italia, Alemania, Reino Unido, Francia y España también anunciaron la suspensión de la vacuna anglo-sueca.

Esto provocó que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) emitiera el comunicado para aclarar que por el momento solo hay una relación temporal, pero no causal; es decir, los trombos se produjeron posterior a la inoculación y no como consecuencia de esta.

La EMA afirma que los beneficios de la vacuna superan los riesgos por efectos secundarios; de la misma manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) intervino al aseverar que las suspensiones van en contra de sus consejos.

Tanto la OMS como la EMA recomiendan continuar con la aplicación del biológico mientras se investigan los informes, no obstante, se espera que el veredicto de la agencia europea sea emitido este jueves (18 de marzo).

AstraZeneca reafirmó la seguridad de su vacuna diciendo que tras una revisión de los 17 millones de personas inoculadas con su vacuna en la Unión Europea y Reino Unido no encontró evidencia alguna de un vínculo con los trombos. Solamente se estableció que, de esos 17 millones de personas, ha habido 37 casos de coágulos después de la vacunación, un número menor de lo esperado que ocurriera naturalmente.

Se teme que con esta nueva situación con la farmacéutica anglo-sueca incremente el escepticismo hacia las vacunas contra el COVID-19, ralentizando las campañas de vacunación alrededor del mundo, principalmente en lugares donde la desinformación polariza la postura de las personas.

En el caso mexicano se estima que el 45% de las personas no confía en la vacuna contra el COVID-19, según una encuesta de la firma Parametría.

Cabe mencionar que es de suma importancia mantenerse informado por los comunicados oficiales de las autoridades pertinentes, ya que la desinformación y la desconfianza también son obstáculos para acabar con la pandemia de COVID-19.