La extinción masiva de los diversos fideicomisos mexicanos es una mezcla entre ignorancia y emergencia dentro de la 4T. Así lo señaló en entrevista el doctor Antonio Sánchez Bernal, director de la División de Economía y Sociedad del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara.

El académico considera que a raíz de la crisis económica suscitada por la emergencia sanitaria de COVID19, el gobierno se vio en la necesidad de acceder a una mayor cantidad de recursos pero sin endeudarse, y esa vía fue a través de la extinción de los Fideicomisos para aprovechar los recursos millonarios que estos detentaban.

“Hay una necesidad. Como el Gobierno Federal no quiere endeudarse, y no quiere pues desde el punto de vista económico, es la única manera en la que se pueden obtener recursos para proteger asuntos estratégicos, y como no quiere endeudarse, está en un plan de austeridad, que como dicen, va a matar a vaca. Es tan austero que va a terminar rompiendo proyectos en distintos sectores muy importantes para la economía”.

Para Sánchez Bernal, son fines recaudatorios los que mueven a la 4T en esta maniobra de cierre de fideicomisos.

“Actualmente la evaluación que hace el ejecutivo federal y lo ha mostrado así es un objetivo un tanto recaudatorio. Estamos en una crisis y entonces volteo a ver los fideicomisos”, señaló.

El gobierno primero volteó a ver a aquellos que no estaban consolidados y respaldados por una paraestatal o una estructura sólida, pero esa “rasuradora”, también la está aplicando a organismos bien definidos, que si estaban bien cimentados.

“Entonces cuando voltearon a ver estos fideicomisos se encontraron ahí del orden de más de 800 mil millones de pesos que estaban en distintas bolsas sin estructura. ¿Qué significa sin estructura?, significa que algunas dependencias abrían un fideicomiso colocaban ahí 13 mil, 10 mil millones de pesos y los empiezan a operar digamos bajo otra lógica, porque el fideicomiso queda bajo responsabilidad de un funcionario, pero pueden involucrar otros actores y el recurso se gasta, un ejemplo de un fideicomiso fue el que se conformó para la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México, se hizo un fideicomiso de miles de millones de pesos, que de hecho ya está en proceso de extinción”.

Y precisamente esa rasuradora de la 4T, se está llevando como víctimas a organismos como el CONACYT, el CIDE, y el CINVESTAV, todos ellos, entes que crearon fideicomisos para garantizar los recursos para la generación y divulgación de la ciencia, pero no hay criterio claro. Según el académico se trata de una tabla raza en la que se está juzgando parejo.

“El problema es que en este proceso de extinción de fideicomisos se está llevando unos muy importantes para el desarrollo del país, sobretodo los que están orientados a la ciencia. La investigación científica requiere permanencia de recursos, entonces una de las maneras que hizo el CIDE, el CINVESTAV, el CONACYT, y otros organismos de educación superior para garantizar que proyectos de investigación, laboratorios, experimentos, pues no les falten los recursos en ningún momento”, lamentó el docente de la Universidad de Guadalajara.

Otro problema que prevé el académico es que una vez eliminados los fideicomisos y absorbidas dichas bolsas millonarias, no se ha estipulado de dónde se originarán los recursos para subsanar cada uno de los fines ni mucho menos a dónde van a ir a parar.

“El problema que estamos viendo es que lo que se sabe que se puede votar es que también estos fideicomisos los van a extinguir y no queda muy claro si después esos recursos se van a ir al apoyo de otras áreas y no queda claro si se va a después a subsanar esos fondos. Se habla de fondos como el fondo de Desastres Naturales, que le puedes sacar unos buenos miles millones de pesos, pero el problema es que si después ocurre otro desastre natural, pues si no hay fondos, si ya lo extinguiste, de dónde van a salir los recursos. No tenemos muy claro he escuchado que son más de 36 mil millones de pesos los que tomaría Hacienda de este fideicomiso, pero no queda muy claro”.

Y respecto a la transparencia de los recursos que obtenían estos entes, Sánchez Bernal cree que la 4T ha argumentado la opacidad al interior de estos fideicomisos para tomar control sobre ellos.

“El problema de los fideicomisos que no tienen estructura es que también pueden ser opacos. Y esto no es un asunto menor, porque si tu abres un fideicomiso, estos tienen recursos públicos, y no necesariamente tienen la oscultación que cuando están en una secretaría o en una dependencia específica, precisamente para la acción rápida de esos recursos, utilizan los fideicomisos, entiendo que están regulados por la secretaría de Hacienda, pues presentan un balance, y no sé que tanto alcance tengan en materia de transparencia y rendición de cuentas, que es un poco el argumento para eliminarlos”.

 

EL DATO

Serán 109 los fideicomisos a eliminar por los diputados de la Comisión de Presupuesto.

Se trata organismos que se fundaron para agilizar intervenciones publicas que eran muy tardadas a través del sistema normal de Gastos del Gobierno Federal, estatales o municipales.

El Fideicomiso se ha utilizado desde hace muchos años, pero su uso se intensificó hace apenas tres décadas para agilizar el acceso a recursos.

“Cuando tu tienes recursos en una secretaría, se siguen una serie de reglas y se vuelve complejo el gasto. Entonces cuando hay una necesidad o un objetivo muy claro, estos servían como una estrategia para saltar estos trámites de gestión”, añadió el académico.

Han favorecido la realización de muchos proyectos de manera rápida y eficiente, pero también trajo problemas de opacidad en algunos de ellos.

Entre los fideicomisos a eliminar están: El Fondo Mixto del CONACYT, Fondo de Desastres Naturales; Fideicomiso Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE) entre otros.