​​​​​​El pasado jueves concluyó el plazo de inscripción para las y los aspirantes a conformar la nueva Comisión de Selección del Sistema Anticorrupción del Estado de Jalisco, con la suma de nueve personas que intentan ocupar dicho encargo (la lista final puede ser consultada dando click aquí.

De no actualizarse mayores sobresaltos o complicaciones en el proceso, todos los participantes tendrían que conformar dicha comisión, al ser justamente nueve lugares para el mismo número de inscritos.

Si bien algunas personas de las que participan ya conformaron la aún vigente comisión de selección, se encuentran otros que pretenden incursionar en esa importante labor honorífica en esta ocasión.

Quisiera que las líneas que hoy escribo sirvieran a ambos grupos, es decir, a quienes ya cuentan con la experiencia previa de haber designado a quienes han sido o son miembros del Comité de Participación Social (CPS), como un respetuoso pliego de consejos para hacer frente a tan relevante labor de designar a la representación ciudadana que tiene el SEAJAL.

Aquí van sin un necesario orden de prelación:

  1. Actualizar los cuestionamientos que se realicen a los aspirantes. A tres años de funcionamiento del SEAJAL, es necesario que las preguntas que se realicen en las comparecencias a ser candidatos al CPS atiendan al momento actual, no sólo de la realidad estatal sino también del trabajo a la fecha realizado por el CPS. La sola labor de revisar los tres procesos de designación previos es laboriosa porque son varios los videos que las contienen, con una extensa duración cada uno de ellos, pero vale la pena para lograr la necesaria renovación de las preguntas que se formulen.
  2. Evitar alusiones personales a los participantes. Es común que en cierto medio laboral u ocupacional exista coincidencia y hasta amistad entre personas que se encuentran con motivo de dicha labor. En caso de darse dicha situación entre alguna persona que integre la Comisión de Selección y alguna otra que aspire a conformar el CPS, lo mejor es sólo manifestar el impedimento que se tiene para emitir el voto por alguna de las causas previstas en ley, si así procediere, sin necesidad de elogiar al participante o hacer mayor relato sobre las causas por las cuales se conocen previamente. Esto abonaría a evitar el riesgo de contaminar con parcialidad el proceso de selección.
  3. Atender en general a las capacidades y aptitudes del aspirante. Aun cuando es posible que suceda, si una persona aspirante a un cargo cuenta con “amplia” experiencia en todas las ramas del conocimiento que se solicitan para ocupar la vacante, pudiera alimentar suspicacias de convocatorias hechas a modo. Me parece que es adecuado que un aspirante sea evaluado en forma integral, lo cual incluye sus fortalezas y debilidades, pero sin estigmatizarlo por estas últimas. No creo que lo que se busque sea a la persona perfecta, pero sí a la que cuente con la experiencia y atributos necesarios para hacer cumplir las atribuciones del CPS del SEAJAL, conforme a derecho. Lo conveniente es que de ahí parta la evaluación respectiva más que de la perfección humana.
  4. Precisar los cuestionamientos. Durante las comparecencias anteriores, en varias ocasiones no se sabía cuál era la pregunta que se realizaba a la persona aspirante, pues consistía en todo un relato que no concluía con un aspecto concreto a evaluar. Esto puede generarle incertidumbre a quien debe contestar, con una consecuente rebaja en su puntuación sin siquiera estar enterado del por qué. Independientemente de que el integrante de la Comisión de Selección desee acompañar su cuestionamiento de alguna anécdota personal o de algunos datos a manera de contexto, lo provechoso es que concluya con un cuestionamiento concreto y objetivo que permita a la persona aspirante dar una respuesta de la misma naturaleza.
  5. Distinguir a las candidatas y los candidatos realmente idóneos. En el desarrollo de una profesión es un privilegio formar parte de un equipo que cuente con personas que sobresalgan en su rama de conocimiento, pues contribuyen a hacer más competitivo el equipo respectivo. Sin embargo, debe recordarse que un miembro del CPS representará a la ciudadanía en la lucha anticorrupción, por lo cual no es suficiente que cuente con credenciales académicas y experiencia previa en las ramas de conocimiento que se solicitan, sino que, además, deberá contribuir a llevar a buen puerto las acciones que le correspondan con base en su propio ejemplo, a fin de no ocasionarle problemas futuros al funcionamiento del sistema.

A esto último yo lo llamo integridad y congruencia.

Termino estas líneas esperando que sirvan para mejorar los futuros procesos de selección de integrantes del CPS, sabedor de que la experiencia que ya se tiene será un factor crucial para su perfeccionamiento.

 

* El autor es licenciado en derecho y maestro en transparencia y protección de datos personales. Actualmente se desempeña en el Poder Judicial de la Federación. Ha sido Director de Colaboración y Programas Interinstitucionales con las Entidades Federativas en el INAI y Director de Enlace Legislativo en SETEC, entre otros cargos.