Desde hace más de dos décadas, el Mercosur y la la Unión Europea negociaron de manera ardua un acuerdo comercial que acordaron en 2019, pero nunca llegaron a firmar el mismo, y ahora pretenden concretarlo para formar una asociación relevante en medio de la disputa global entre China y Estados Unidos, expresaron diplomáticos y expertos.
“Es urgente y sumamente necesario que el Mercosur haga un acuerdo con la Unión Europea”, detalló el presidente Luiz Inacio Lula da Silva en su visita a Uruguay durante los últimos días de enero.
“Vamos a intensificar nuestras discusiones con la UE y firmar ese acuerdo para que podamos discutir enseguida un acuerdo entre China y el Mercosur”, expresó la máxima autoridad en Brasil, cuando Montevideo empezó negociaciones de un TLC con Pekín, que podría darle un importante protagonismo financiero y comercial en América Latina.
En su visita por tierras argentinas, el canciller alemán, Olaf Scholz, destacó sobre las negociaciones que “nuestro objetivo es llegar a una rápida conclusión”.
Las 27 naciones que conforman la Unión Europea y los cuatro socios del Mercosur (Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina) destacaron con bastante entusiasmo en 2019 que “el acuerdo estaba listo”.
Sin embargo, actualmente el acuerdo verbal tuvo un stop debido a dos temas puntuales:
- La negativa del sector agrícola europeo.
- Los problemas de competitividad que tiene el Mercosur que le ponen barreras para recortar sus altos aranceles.
“Hay un mayor nivel de interlocución y sobre todo hay un presidente que ha asumido como propia una de las dudas que tenía Europa respecto a la actitud del gobierno brasileño para enfrentar los retos del cambio climático y de la lucha contra la deforestación en la Amazonia”, declaró el eurodiputado Jordi Cañas, presidente del Comité del Parlamento Europeo para las Relaciones con el Mercosur, importante para la aprobación de un tratado entre los bloques en cuestión anteriormente nombrados.