El presidente AMLO aseguró el día de hoy (martes 10 de septiembre) que con la reforma al Poder Judicial de la Federación no se van a terminar “de la noche a la mañana los problemas o abusos de autoridad, pero ya el juez va a tener un comportamiento distinto, porque no se va a sentir influyente o producto del influyentismo ni del nepotismo”.

Andrés Manuel López Obrador rechazó las críticas de que la medida podría no llegar a garantizar la eliminación de la corrupción o que dejaría abierta la puerta a un régimen autoritario. Además, las etiquetó de deshonestidad intelectual y de carecer de “rigor teórico académico”.

El Mandatario Federal recalcó en que la reforma es necesaria con el objetivo de limpiar el gobierno de corrupción y privilegios, “como se barren las escaleras, de arriba hacia abajo”.

“Lo que más les preocupa a los que están en contra de esta reforma es que van a perder sus privilegios, porque el Poder Judicial está al servicio de potentados, al servicio de la delincuencia de cuello blanco. Hay ministros que dependen de los hombres con más poder económico en el país, están al servicio de las grandes corporaciones económicas, financieras, nacionales y del extranjero”, explicó López Obrador en su mañanera de este martes.

En ese sentido, Andrés Manuel López Obrador recordó que la esencia de la reforma está en que los miembros del Poder Judicial sean elegidos por los ciudadanos, para que ellos se sientan “libres de impartir justicia”.

Ahora bien, AMLO recalcó que la reforma prevé la creación de un tribunal independiente encargado de sancionar a jueces, magistrados y ministros en casos de corrupción. Criticó que, hasta el momento, no ha habido consecuencias para jueces corruptos, y destacó que el nuevo tribunal tendría la facultad de actuar contra los actos de esa naturaleza, algo que, de acuerdo a él, no sucede actualmente bajo el Consejo de la Judicatura Federal.