Mientras miles de migrantes ayer (jueves 21 de septiembre) cruzaron la frontera a Estados Unidos por Piedras Negras y Ciudad Juárez, que dejó como saldo el fallecimiento de dos personas, una de ellas un menor de tres años, otros más siguen su ruta por México hacia la región limítrofe.
En Irapuato, Guanajuato, a una distancia menor a 20 metros de las vías, cientos de migrantes utilizan cartones como camas debajo del puente Siglo XXI. Allí esperan “el tiempo que sea” para que pase el tren que los lleve a la frontera norte. “No hay de otra”, argumentan.
La situación llegó al punto en que los migrantes llevan más de dos meses montados sobre La Bestia, que para ellos es el medio de transporte “más seguro”, como consecuencia de que les evita rechazo en autobuses, abusos de taxistas y extorsiones policiales.
Para septiembre de 2022 se empezó a notar la llegada de migrantes a Irapuato, Guanajuato, en grupos de 20 sujetos diariamente. Sin embargo, la cifra incrementó a 80 y hasta 100 en los primeros meses de 2023. La misma se disparó en junio pasado con 800, hasta superar los mil en julio, y concentrar a más de dos mil diarios debajo del puente, lo que para la asociación civil Amigos del Tren resulta “una contingencia”.
El día de ayer se contaron 4 mil 500 personas bajo el puente y se prevé la llegada de 2 mil más en las próximas horas. Familias completas están alerta alerta. Una vez escuchan el silbido del tren, observan el color de la luz del semáforo para saber la ruta que tiene. “Este no, va para la Ciudad de México”, indican.