CIUDAD DE MÉXICO, México. (Por: Edgar Olivares) – Hoy miles de mexicanos salieron a las calles de la capital y de otras 50 ciudades del país para mostrar su rechazo a la reforma electoral que propone el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A pesar de la presencia de personajes polémicos y que en su momento han sido cuestionados al estar en el poder, la marcha fue legítima y mostró fuerza. Hay un gran sector de la población que no quiere que se toque al Instituto Nacional Electoral (INE) ni que se haga una reforma del tamaño de la que propone AMLO, al llegar a su cuarto año de gobierno.
Mediante un video, publicado en Twitter, Lorenzo Córdova Vianello, agradeció a las personas que participaron en la marcha para defender a una de las instituciones que más credibilidad tienen en México y que ha sido fortalecida a través de los años, luego del periodo antidemocrático del PRI por más de 70 años.
¡Gracias a todas y todos quienes desde todas las trincheras ciudadanas defienden a nuestra democracia y a nuestro sistema electoral! pic.twitter.com/ANBZc88dgv
— Lorenzo Córdova V. (@lorenzocordovav) November 13, 2022
“En el INE vemos con entusiasmo y satisfacción que la ciudadanía valore y defienda la democracia que, con tanto sacrificio, fue construida de manera gradual y colectiva en las últimas décadas”, comentó Lorenzo Córdova, quien aclaró que no está en el extranjero, sino en México, pero dijo que no había participado, como tampoco los demás consejeros, para respetar la fuerza ciudadana que se mostró en las distintas marchas.
“México no debe trasladar el padrón electoral a otra institución porque el INE ha cumplido con creces en la elaboración de un listado confiable, cuyas credenciales se han convertido de facto en cédulas de identidad ciudadana”, advirtió José Woldenberg en la marcha #ElINEnosetoca. Woldenberg fue el primer presidente de la institución cuando era el Instituto Federal Electoral.
Estos son 10 puntos para entender en qué consiste la reforma electoral que ha propuesto AMLO:
- No desaparece el INE, cambia de nombre, se llamaría INEC (Instituto Nacional Electoral y de Consultas) que seguirá siendo autónomo.
- Reduce el número de diputados de 500 a 300.
- Lo mismo pasa con el número de senadores, que pasarán de 128 a 96.
- Los consejeros del INEC y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) serán propuestos por los tres poderes de la Unión y elegidos por medio de voto popular en elecciones abiertas.
- Recorta el número de consejeros del INEC de 11 a 7.
- Financiamiento público a partidos políticos solo para campañas electorales.
- Plantea una reducción a 30 minuto diarios de propaganda política en radio y televisión.
- Disminuye la participación en una consulta popular de 40 a 33 por ciento para que sea vinculante.
- Elimina los órganos electorales locales.
- Implementa el voto electrónico.
La reforma tendrá una batalla legislativa, pero por lo pronto, líderes de partidos de oposición, organizaciones y millones de ciudadanos, están dispuestos a defender la institución que vino a traer democracia a México. Transformar esa institución, tendrá siempre la tentación de adecuarla para beneficio de quienes gobiernan hoy. Es mejor que sea totalmente imparcial y que se fortalezca en la parte financiera y técnica.
Simplemente veámos lo que ocurre ahora en Estados Unidos, donde después de cinco días de la elección, siguen contando y verificando votos en Arizona. Cómo desearían en el país de las barras y las estrellas tener una institución que, aún con los defectos que pudiera tener, diera certeza el mismo día de las elecciones y garantizara la asignación del poder de una forma pacífica y democrática.