Lo bueno siempre se deja para el final.

Y así le pasará a Andrés Manuel López Obrador en la segunda parte de su sexenio, pues en esta etapa se encontrará con los mayores retos de su administración: Consolidar una buena alianza entre bancadas en el Congreso, y dar su respaldo a su sucesor. Así lo vaticina el doctor Eduardo González Velazquez, profesor investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, campus Guadalajara.

Ayer se cerró un capítulo y desde hoy comienza uno nuevo con diferentes retos para el mandatario. la primera, que al no tener la mayoría calificada en el Congreso deberá “dar su brazo a torcer”.

“Yo creo que en este segunda parte del sexenio, pues Andrés Manuel llega en condiciones no necesariamente negativas, creo que sigue teniendo mucho respaldo en la sociedad, hay muchas cosas que han funcionado, y otras tantas que no. Creo que al no tener ya un control total de la aritmética en San Lázaro esto va a obligar no solo al presidente sino a su nuevo secretario de Gobernación a tejer muy fino para establecer los puentes de comunicación necesarios para que con los Partidos de Oposición puedan sacar una serie de reformas que estamos esperando porque se  prometieron para la segunda parte del sexenio”.

De tal manera, AMLO tendrá presiones y exigencias para cumplir con dichas promesas que aún están en el papel, destacó el investigador.

Se suma el reto de que con esos números, deberá iniciar negociaciones para poder emprender la elaboración del Presupuesto de Egresos del 2022, para así poder sacar sus Políticas Sociales. “Creo que ahí va a haber un problema que se tiene que enfrentar con diálogo”.

Dejar a su sucesor

Nadie sabe si Morena continuará siendo Gobierno después de 2024, pero lo cierto es que al presidente y a MORENA se le viene una guerra encarnizada para elegir al sucesor de López Obrador. Y eso pasará en esta segunda parte del sexenio, asegura González Velázquez, quien agregó que el mandatario no solo deberá ocuparse en administrar un país, sino que deberá poner las riendas en su partido.

“Cerrar filas en MORENA porque viene la sucesión presidencial (…) Yo creo que en estos tres años que se vienen, y por lo menos en los siguientes dos, va a ser un jaloneo en Morena muy importante para la elección de la o el Candidato presidencial más allá de las reformas en el Congreso, más allá de concretar los pendientes, de bajar la inseguridad, los pendientes, más allá de esto, un punto central va a ser el diálogo y el jaloneo en MORENA con el presidente para determinar quien es la o el abanderado en 2024”.

El profesor del Tec de Monterrery destacó que las dos cartas más fuertes del morenismo son precisamente el canciller Marcelo Ebrard y la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Y precisamente los últimos cambios en el gabinete, al poner a Olga Sánchez Cordero en el Senado, y a Adán Augusto López en la Secretaría de Gobernación, son para proteger a estos personajes.