Políticas públicas enfocadas a combatir cada uno de los diferentes tipos de pobreza en el país, es vital para hacer frente al marcado reto que reveló el CONEVAL en su último informe: la cifra de pobres en México creció en 3.8 millones, y la cantidad de personas en situación extrema también se incrementó en 2.1 millones.

Si bien la información siempre será crucial para la toma de decisiones, en este caso, los datos ayudarían a definir la ruta a seguir por los gobiernos y las instituciones en materia de política y asistencia social.

Por eso, la investigadora Harumi Rosas, doctora en Ciencias, y especialista en políticas publicas del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara, señaló que lo más adecuado es establecer políticas focalizadas, incluyentes, que garanticen los elementos mínimos de subsistencia, que atiendan los cambios ocasionados por la crisis priorizando la educación de calidad y para la vida.

Como parte del Webinar “Situación de la Pobreza en Jalisco y las Alternativas para el Desarrollo Social” organizado por el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara, en el que participaron los académicos Antonio Sánchez Bernal; Patricia Murrieta Cummings, Harumi Rosas, y Luis Alonso Aguirre Lang, presidente del Instituto Jalisciense de Asistencia Social, sometieron a análisis los datos de la pobreza en México y Jalisco y brindaron algunas opciones.

El webinar forma parte de la Plataforma de Economía de Jalisco, una propuesta del CUCEA que ha generado productos de investigación que ayuda a los actores a tener elementos para llevar a cabo sus decisiones.

La pobreza, recordaron, se mide a través de la interrelación de índices como el ingreso corriente, sumado al rezago educativo; el acceso a los servicios de salud, de seguridad social, a la vivienda digna, a la alimentación.

Harumi Rosas, señaló que los datos deben analizarse de manera multidimencional, para entender qué aqueja a cada sector de la población en pobreza.

“Tuvimos un incremento en la pobreza moderada y extrema, y en la población vulnerable por ingresos, pero también incrementó la población no pobre y no vulnerable. Estos datos permiten construir una Política de Asistencia Social que atienda a cada una de estas poblaciones, porque no son iguales”.

Por eso, la investigadora propuso que lo más adecuado es establecer políticas diferenciadas.

Una política de asistencia social para los pobres en pobreza extrema a través de la garantía de los mínimos de subsistencia, que sea inmediata y garantice mayores ingresos; para la pobreza moderada, con el respeto de los derechos Sociales y la centrada en la vulnerabilidad, con una capacidad de respuesta ante lo que suceda en su entorno para que no se repita el que personas que estaban en situación de no vulnerabilidad, pasen a la pobreza”.

Agregó que esta tarea no es de una sola institución, sino que deben sumarse las asociaciones civiles, los tres niveles de gobierno, el sector privado, así como a los organismos internacionales.

Por su parte, la doctora Patricia Murrieta Cummings, investigadora del CUCEA, fundadora del Laboratorio de estudios económicos y sociales de este Centro Universitario, especialista en temas de pobreza y poblaciones vulnerables abordó las implicaciones de la pandemia en las cifras de pobreza en México y en específico en Jalisco.

Destacó que para poder tomar mejores decisiones en la política pública se necesita no solo conocer los datos, sino analizarlos, ver más allá de los números, observando las realidades en su contexto.

Los datos de la CONEVAL muestran un aumento significativo de la pobreza, pues pasó de haber 51.9 millones de mexicanos en esta situación a 55.7 millones de personas, un aumento de, 3.8 millones de personas que tienen alguna carencia social, y enfrentan dificultades para adquirir los bienes y servicios que satisfagan sus necesidades.

En términos reales, en Jalisco aumentó la cantidad de personas que antes no eran pobres en un 15.2 Por ciento pasando de 2 millones 285 mil 600 personas a 2 millones 633 mil 400, lo que significa una variación de 347 mil 7oo personas que antes no presentaban esta dificultad.

Cuando empezamos a entrar a los indicadores en particular es importante ver como juegan y como estos determinan la política social.

El rezago escolar, influye el hecho de que ha habido una gran deserción escolar, Muchos niños dejaron de ir a la escuela por la pandemia, pero también por la escasez de recursos.

Otro momento drástico que ha aportado a esto es el viro de timón en la Política de Salud Pública. Situación que se complica aún más en Jalisco.

“En dónde más pega es en la carencia del acceso a los servicios de salud. Uno de los cambios más fuertes, fue cuando se cambio la política nacional. Vemos cuanta gente se quedó fuera del INSABI, mucha gente perdió acceso a servicios de Salud, en Jalisco esto es más notable por la relación entre Jalisco y el Gobierno Federal”.

Lamentaron que esa desigualdad prevalezca en sentidos como el ingreso promedio de las mujeres, el cual se sigue ubicando por debajo del de los hombres.

El Maestro Luis Alonso Aguirre Lang, presidente del IJAS señaló que la institución está consiente de los retos para las políticas sociales que ha planteado el último informe de la CONEVAL, por lo que dijo estas, se deben de adecuar a las coyunturas que generan dinámicas como la pandemia.

“Dejar en claro la política publica en asistencia, no es responsabilidad unicamente de este consejo, es una responsabilidad de todos, de devolverle un poco de lo que se ha recibido hacia los más desfavorecidos. Debemos encontrar la motivación para que todos estén participando en esta responsabilidad social para disminuir los niveles de desigualdad social”, refirió.