Con la segunda encuesta para designar al nuevo o nueva candidata para la gubernatura del Estado de Guerrero, Morena tiene la oportunidad de subsanar el terrible error de asumir un costo político innecesario, que ha dinamitado incluso a la propia base social del presidente López Obrador.
En el país de los feminicidios es increíble que se haya pensado siquiera en postular a este personaje, con las graves acusaciones de abuso sexual que pesan en su contra.
Salgado Macedonio ni siquiera debió estar en la primera encuesta. Menos en esta segunda. E incluso es inconcebible que hasta el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, le haya ido a rogar hasta Acapulco, para que renuncie a sus aspiraciones.
Se dice que la política es el arte de tragar sapos. Pero no entiendo porque quieren tragarse este.
¿Por qué asumir semejante costo político por una gubernatura que de todas formas van a ganar con quien sea?
Al arremeter contra el feminismo para defender a un personaje indefendible, Andrés Manuel López Obrador, está dinamitando ahora si a su propia base de seguidores. A millones de feministas que formaban parte del activismo, un sector que le apoyó durante años, pues veían en él a un candidato de izquierda que supuestamente habría de apoyar las mismas causas que ellas enarbolan.
Por primera vez veo que hay grietas dentro de ese sector duro de López Obrador. Incluso opinadores de programas televisivos y radiofónicos identificados con la cuarta transformación hoy se ven obligados a estar del lado de la sensatez en lugar de abrazarse al clavo ardiendo como sí lo está haciendo el presidente.
Antes, López Obrador había sido cuidadoso de no ir en contra de su propio nicho electoral. Siempre arremetía contra quienes de todas formas lo aborrecen: “los intelectuales orgánicos, la prensa inmunda y los empresarios que se enriquecieron al amparo del poder”. Y eso había quien lo comprara.
Pero irse contra las feminista, contra los activistas , es atacar a su propia su base sólida.
Eso les ha dolido mucho porque primero están las convicciones y no se puede defender lo indefendible. Ante la impudicia no cabe objetividad alguna.
Por respeto a las Mujeres en un país históricamente hostil contra ellas, el presidente y Morena tienen que dar marcha atrás en la postulación de Macedonio y garantizar justicia en las denuncias penales.
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