A causa del COVID19 muchas de las actividades que conocíamos y que se hacían con naturalidad tuvieron que transformarse o cancelarse totalmente para garantizar la seguridad sanitaria que quienes las ejercían: la conocida “Nueva Realidad”.

Llegar a casa tras un largo día en el trabajo, hacer el súper, ir al banco, o incluso desarrollar actividades de recreación ya no están exentas de la aplicación de medidas de higiene como uso de cubrebocas, sana distancia, aplicación de gel antibacterial, o la más importante y recomendada: No salir de casa.

Sin embargo, a pesar de ello, las cifras de contagio y muertes por coronavirus en el país han ido en ascenso.

México aún no llega al pico de la Pandemia por COVID19, pero, muchas de las actividades que en un principio fueron suspendidas por considerarse no esenciales, han tenido, sobre la marcha, que volver a reactivarse, sin que necesariamente se haya elaborado un manual sobre lo que debería de ser en esencia la “Nueva Realidad”.

Este miércoles 12 de agosto, el presidente de México presumió que en lo que va del mes se han generado cerca de 30 mil nuevos empleos, en contraste a los 925 mil 490 que se han perdido desde que inició la emergencia sanitaria a causa del COVID19, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Según la Doctora Violeta Rodríguez del Villar, Investigadora en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo que se necesita es una reingeniería total de los procesos.

Y para que esta reingeniería se dé, se debe de someter a discusión y planteamiento por parte del Gobierno Mexicano, la Iniciativa Privada y los trabajadores.

“No parece existir un plan sostenido de como va a ser el regreso, si bien existen algunos lineamientos, creo que si se debería estar dando la discusión de hecho a nivel de toda la sociedad de cómo es que se van a reestructurar los procesos. Lo que ya nos queda claro es que la pandemia en el caso de México va a ser, es, está siendo una pandemia de larga duración que fue lo que planteó el Gobierno, de larga duración con el propósito de mantener lo más bajo posible el nivel de contagio, esto nos indica que vamos a tener que regresar a un a pesar de que no cambie el semáforo, sin o queremos que se empeore aun más pues el crecimiento económico“.

Según la académica dicha reingeniería en los procesos debe de garantizar que los empleos sean higiénicamente seguros, para así evitar segundos brotes y segundos encierros como sí ya ha sucedido en Europa o algunas partes de los Estados Unidos, y que por consiguiente, la recuperación económica se dé de manera sostenida.

“Tenemos que ser muy proactivos y empezar a redefinir procesos de trabajo de tal forma que se pueda dar un regreso relativamente rápido y que se pueda sostener. Se tendrá que dar un cambio profundo si no queremos que todo el problema se alargue más”.

Y es que además, existe una fatiga notoria en algunos sectores comerciales debido a la carga que significan la aplicación de los protocolos sanitarios, lo cual es evidente gracias a la carencia de reingeniería organizativa de los procesos empresariales.

“Yo lo veo en algo muy directo, que son los centros comerciales a los que tenemos que asistir en algún momento. Yo veo que a los trabajadores de los centros comerciales no se les han reorganizado sus procesos de trabajo, de tal forma que si bien a ellos se les ha dado cierto tipo de protección básicamente el tapabocas y la mascarilla, constantemente se ve que ya no aguantan tener estos implementos puestos de tanto tiempo que tienen que estar ahí en su lugar de trabajo, no y entonces y la consecuencia de esto es que no se cuidan adecuadamente y se alarga la pandemia, con el efecto negativo para todo el resto de la población“.

Lo inmediato que tendría que hacer el Gobierno Federal, a decir de la investigadora de la UNAM es establecer un programa de estímulos viable para las empresas, para que estas  no cierren, no quiebren y puedan además reiniciar sus actividades.

“Falta un programa bastante más sólido de apoyo para las pequeñas y medianas empresas, creo que si es muy importante en el caso de México porque pues de por sí teníamos empresas débiles que obviamente no pueden competir con las grandes empresas que son al final estas grandes empresas internacionales, grandes corporaciones las que están teniendo mayor capacidad para enfrentar los efectos económicos de la pandemia, y pues ahí si hace falta una intervención más sólida del gobierno federal y también tener un programa de desarrollo bastante más formulado porque también no es notable que las prioridades estén siendo definidas como una visión de largo plazo”.