El mercado de las energías sustentables y sus proyectos en México peligran tras las nuevas directrices que otorgan total libertad al Centro Nacional para el Control de la Energía (CENACE) de elegir o rechazar proyectos, pues se debe de dar prioridad a los de las empresas estatales como la Comisión Federal de Electricidad.

De este modo, el choque entre el presidente Andrés Manuel López Obrador con los empresarios del sector energético del país ha puesto en riesgo la inversión que este rubro haría en Jalisco, en específico la de las plantas eólicas y las granjas de celdas solares fotovoltáicas de Lagos de Moreno y Unión de San Antonio, en la región de Los Altos, así como la planta de Gas Natural en Zapotlanejo. Estos proyectos implicaban una inversión de más de 400 millones de dólares.

En total, 18 entidades del país son beneficiadas por los 44 proyectos energéticos privados, los cuales tienen un valor de más de 30 mil millones de dólares.

Y es que, la problemática va más allá de la pérdida de la inversión monetaria, si no que con ella se acarrearían una subsecuente pérdida de empleos, aumento de la desconfianza de los inversores, perjuicios a otros proyectos tecnológicos y daños irreparables al medio ambiente gracias a la emisión de dióxido de carbono.

Desde el extranjero se recibieron críticas a las reglas de la maniobra del Gobierno Mexicano. Canadá y la Unión Europea enviaron comunicados en aseguran que el proceso perjudica el estado de derecho del país.