Andrés Manuel López Obrador salió a la defensa del muro anti protestas que se colocó al rededor del Palacio Nacional arguyendo que le llegó información de que los manifestantes destruirían la puerta del edificio histórico.
“La información que tenía era que querían quemar la puerta (…) teníamos que poner el muro al final”, mencionó este miércoles.
El presidente reiteró que precisamente el machismo es violencia, por lo que desde su lógica, este no debe ser enfrentado con más violencia: “Es una contradicción”, dijo.
Sin embargo, el mandatario señaló que le gustó la forma en la que las feministas se apropiaron del mismo y escribieron los nombres de las víctimas de feminicidio, y lo llenaron de flores:
“Por respeto, tenía contemplado dejar el muro con los nombres de las víctimas en Palacio Nacional, pero lo destruyeron”, refirió.
Pero AMLO reiteró que no podía quedarse de brazos cruzados cuando “estaba viendo de por medio una provocación”.
Y recordó que en anteriores sexenios había represión de opositores por parte de la Secretaría de Gobernación, y dijo que ahora esa institución es como una “Secretaría de los Derechos Humanos”, y defendió a Olga Sánchez Cordero y Claudia Sheiunbaum llamándolas protectoras de derechos de las mujeres.
El presidente hizo un recuento de las veces en las que grupos se manifestaron en los pasados gobiernos de manera extremista: recordando a los activistas de San Mateo Atenco y maestros. “Hay maneras de protestar”, mencionó que “a sus adversarios se les olvidó” que también cuando Felipe Calderón tomó protesta como Presidente en el Congreso, pusieron vallas.