Entre los varios temas importantes que hay en este momento en la agenda nacional e internacional, que no son menores como el tema de Coronavirus, las elecciones en Estados Unidos, hoy quiero dedicar mi espacio particularmente a la gran iniciativa que hace un llamado a todas las mujeres de México a no moverse el próximo 9 de marzo.
“El 9 ninguna se mueve”, es la frase que acompaña a esta idea surgida por la gran violencia de género que se vive en nuestro país, que por supuesto no es exclusiva de México, pero en particular los feminicidios son un gravísimo problema nacional que no solo debe visibilizarse sino resolverse.
Es una campaña para que las mujeres no acudan a sus lugares de trabajo, a las escuelas, que tampoco hagan actividades en sus casas o negocios, que realmente paren para que se visibilice que las mujeres no pueden ser vistas como minoría, como un grupo sin valor y que requieren ser tratadas como iguales a los hombres, en derechos, en oportunidades y donde se garantice su paz y seguridad.
Me parece que el movimiento de mujeres este 9 de marzo debe cimbrar al país. Es decir, más allá de calcular cómo resolver un día sin mujeres, lo cual de entrada es imposible, lo que se debe visibilizar es que podemos ser un verdadero desastre como nación sin el talento, el trabajo, el compromiso y la entrega que millones de mujeres tienen por un México que no les responde ante la crisis de violencia que hay.
Y para muestra algunos datos. En México fueron asesinadas mil seis mujeres tan solo en 2019 y al corte del mes de enero fueron registrados 73 feminicidios más. Es importante aclarar que estos son datos oficiales de feminicidio, que son los delitos que se tipifican con un móvil de género, porque también hay casos de asesinatos de mujeres ligados a otros temas, que no por eso dejan de ser graves.
En este contexto, me parece que el presidente López Obrador, se equivocó al ponerle etiqueta al movimiento y decir la mano que mecía la cuna era de un grupo de conservadores que lo quieren desestabilizar, lo que por supuesto generó mucha críticas. Entiendo la postura del presidente porque en efecto, hay organizaciones y personajes que han sido muy críticos de la figura presidencial y de la 4T y que están sumándose a este movimiento, pero eso no alcanza a desacreditar ni a distorsionar la esencia del movimiento 9M, que más bien parece abierto a quien se quiera sumar y no un tema exclusivo de las feministas que siempre han sido las que han dado la cara o la lucha, sino más bien un tema de llamar a todas las mujeres de México, independientemente de ideologías, visión de las cosas, vínculos partidistas, religiosos, sociales, etcétera, a que se solidaricen con la causa y todas paren ese día.
Desde luego hay actividades fundamentales en las que un día sin mujeres sería incluso fatal, como temas de salud, pero existe la propuesta de que acudan a trabajar bajo protesta, aunque en muchos casos aún siendo temas muy sensibles, se les apoya a las mujeres a que falten ese día, y no por un tema de otorgar permiso o de que sean obedientes, lo cuál es completamente machista, sino más bien por un asunto de la propia responsabilidad que tienen las mujeres y el compromiso que las caracteriza y para que no vayan a ser sancionadas, lo cuál sería una especie de revictimización.
Para concluir considero que como hombres no podemos sentirnos ajenos a esta manifestación si consideramos que no somos feminicidas o demasiado machistas. En la sociedad en la que vivimos, la formación tiene aspectos machistas en distintos niveles de intensidad y todos tenemos marcas importantes desde nuestra formacion. Lo importante es reconocerlo y trabajarlo y sobre todo saber que la violencia de género no solamente es el tema de los feminicios, sino la violencia sexual, la violencia psicológica, la violencia verbal, la violencia económica incluso, donde hay mujeres que sostienen familias enteras aun teniendo pareja masculina y la propia violencia que ejercen hijos a sus madres.
Seamos pues todos solidarios con la el paro nacional de mujeres del 9 de marzo y hago votos porque esa fecha marque un antes y un después en la búsqueda de la paz de las mujeres de México.