Los primeros movimientos de Jorge Álvarez Máynez de cara a ocupar la coordinación nacional de MC hablan de continuidad: se sostendrá la estrategia actual de seguir exhibiendo un contrapunto permanente con el PAN y el PRI por encima de las críticas hacia el Gobierno, algo parecido a la campaña presidencial, donde Máynez disputaba los votos con Xóchitl Gálvez y evitaba ataques a Claudia Sheinbaum.
La dinámica responde a la ambición de obtener una hegemonía total en el plano opositor y de clases medias, claramente va acompañada del cálculo de que Alejandro Moreno Cárdenas terminará de convertir al PRI en una suerte de partido satélite (ya se verá de qué naturaleza) y de que Jorge Romero no tiene nivel intelectual o político para conducir el renacer del PAN.
Por lo tanto, el partido naranja debería tener la virtud de absorber a los desilusionados del PAN, el PRI ya no importaría y después vendría el contrapunto con la 4T.
Las principales dudas aparecen en Jalisco, donde se pretende generar un proyecto de poder a seis años protagonizado por Pablo Lemus. Ahí entienden que los enfrentamientos con el PRI y el PAN trajo como resultado una hegemonía absoluta de Morena y el paquete de reformas a la Constitución.
En Jalisco, aseguran, el tapatío ganó porque aglutinó todo el voto no 4T y confrontó con la candidata morenista. Aseguran que si hubieran peleado con el Frente la gubernatura estaría perdida.