De los cuatro ciudadanos estadounidenses que fueron secuestrados el viernes pasado (3 de marzo) en Tamaulipas por miembros pertenecientes al Cártel del Golfo, dos fueron hallados sin vida ayer (martes 7 de marzo) en una zona rural de dicho Estado.
Las otras dos personas regresaron a su país y actualmente reciben atención médica. Uno de ellos se encuentra en una condición grave.
Debido a este suceso, Ken Salazar, embajador de Estados Unidos (EU) en México, expresó mediante un comunicado que es “imperante” reforzar la lucha contra las organizaciones criminales que llevan a cabo sus operaciones en ambos sectores de la frontera.
“Nos preocupa particularmente el control que ejerce el cártel del Golfo en la zona conocida como la frontera chica”, detalló el embajador de EE.UU. en México.
Por otro lado, Salazar confirmó que EU destacó en sus alertas de viaje a Tamaulipas como un Estado que representa un “riesgo por los altos niveles de criminalidad y violencia”.
Las declaraciones en cuestión ocurren después de que el gobierno estadounidense aludió que no descarta la posibilidad de declarar a los cárteles como grupos terroristas. Lo anterior, es un pedido constante de los republicanos, pero a dicho fenómeno se oponen las autoridades de México.
El Presidente López Obrador criticó las palabras que pronunciaron los políticos de Estados Unidos a favor de que se impongan medidas más estrictas en procura de combatir a la delincuencia organizada.
“Nosotros no nos metemos a ver qué hacen las bandas de Estados Unidos que distribuyen el fentanilo o cómo se distribuye la droga en Estados Unidos”, declaró AMLO.