Aunque la inflación para los consumidores retrocedió una vez finalizó el 2022, los altos precios siguen impactando a las familias de menores recursos, según un análisis que realizó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Para no ir más lejos, en el mes de diciembre, la inflación desaceleró a 7.82%; ahora bien, los mexicanos que se encuentran en el decil I tuvieron que lidiar con un incremento de precios equivalentes al 9.70%.
“Lo anterior se debe principalmente a que los hogares con menores ingresos destinan una fracción mayor del gasto a la compra de alimentos, que ha sido precisamente el rubro con mayor incremento en precios”, expresó el IMCO.
Vale destacar que, aquellos hogares con menores ingresos, al tener un flujo de dinero limitado, predeterminan una mayor cantidad del mismo a la compra de bebidas y alimentos, que presentaron grandes incrementos a lo largo del 2022 y son responsables, en mayor medida, de los enormes niveles de inflación.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en diciembre pasado los precios de los alimentos y bebidas incrementaron 14.14%, casi el doble que la inflación general.