Una de cada seis personas empleadas en México y Canadá depende directamente del comercio con Estados Unidos, lo que pone en riesgo a más de 13.3 millones de trabajadores ante las nuevas tensiones comerciales impulsadas por la administración del presidente estadounidense Donald Trump, alertó este miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según la actualización del informe “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo (WESO)”, la OIT recortó sus expectativas para 2025 en línea con un menor crecimiento del PIB global, derivado principalmente del aumento de aranceles y barreras comerciales que afectan la dinámica económica internacional.

El empleo en la cuerda floja por decisiones de EE. UU.

Desde su regreso a la presidencia en enero de este año, Trump ha anunciado una serie de medidas arancelarias dirigidas a más de un centenar de países, entre ellos México, Canadá y China. Aunque muchas de estas medidas aún están en revisión o pausa, el efecto disuasivo en las cadenas de valor ya se refleja en un entorno de creciente incertidumbre.

“Un factor clave detrás de este panorama más pesimista es el reciente cambio en la dinámica comercial, que ha incrementado la incertidumbre en torno a la demanda global”, destaca el reporte.

En términos proporcionales, México y Canadá son las economías más expuestas, con 17.1% de su fuerza laboral dependiendo del comercio con Estados Unidos. Le siguen la región Asia-Pacífico, con 55.9 millones de empleos vinculados (2.9%), y Europa y Asia Central, con 10.1 millones (2.7%).

Empleos mejor pagados, los más amenazados

Los sectores más afectados son aquellos vinculados al comercio exterior, que históricamente han ofrecido mejores condiciones salariales y laborales. La OIT advierte que de continuar esta tendencia, no sólo habrá pérdida de empleos, sino también un deterioro en la calidad del trabajo disponible, al desplazar a los trabajadores a industrias menos competitivas o informales.

“Una nube de incertidumbre se extiende sobre un grupo más amplio de trabajadores”, subraya el organismo.

Además, el impacto dependerá de factores como la demanda de importaciones de EE. UU., el desvío de comercio hacia otros países y la capacidad de los trabajadores para reubicarse en nuevos sectores.

Impacto global y recorte en proyecciones de empleo

Ante la coyuntura, la OIT redujo también su proyección de crecimiento económico global para 2025, que pasó de 3.2% a 2.8%, y ajustó su estimación para la creación de empleos a nivel mundial. Ahora espera la generación de 53 millones de nuevos puestos de trabajo, 7 millones menos que lo anticipado en su edición anterior.