Para el 2021 se remarcó la exigencia de conductores y alcaldes con el objetivo de aumentar la presencia de los agentes viales. También se tenía autorizada la contratación de más policías, pero el número de elementos sigue a la baja.

Durante los últimos tres años, la plantilla redujo de mil 958 a mil 821 elementos, de acuerdo a la nómina de la Secretaría de Seguridad de Jalisco, a cargo de la Policía Vial.

Después de un análisis en la nómina entre la primera y la segunda quincena de junio pasado, sobresale que los policías viales incrementaron a tres mil 324 en total, pero retomaron a los mil 821 agentes en este mes.

Ahora bien, en Guadalajara el tráfico es cada vez más lento y la velocidad promedio redujo de 23.5 a 22 kilómetros por hora en avenidas, de acuerdo a la Agencia Metropolitana de Servicios de Infraestructura para la Movilidad.

La falta de personal, sin lugar a dudas, exhibe una problemática especial para Guadalajara y Zapopan, que concentran casi la mitad de los 4.3 millones de vehículos registrados en Jalisco, de acuerdo al registro del Inegi.

Junto a la carencia de efectivos, EL INFORMADOR indicó que existe una red de corrupción entre operadores de grúas y agentes para extorsionar a dueños de vehículos que estarían mal estacionados. En cuanto a los reportes ciudadanos, integrantes de la Policía Vial solicitan hasta cinco mil pesos de “mordida” para no llevarse el auto al corralón.

Pablo Lemus, el gobernador electo de Jalisco, prometió la contratación de 500 agentes viales en su primer año de Gobierno y 500 más en el segundo, con la adquisición de 300 motocicletas para que los policías lleguen rápidamente hacia puntos de conflicto y la implementación de una estrategia que crezca su presencia en las avenidas y calles.