Chilpancingo amaneció cerca de parecer un pueblo fantasma. La capital de Guerrero, en las primeras horas del día, daba la sensación de estar semivacía, los burócratas y estudiantes no regresaron del fin de semana largo por el aniversario de la Promulgación de la Constitución. Todas las escuelas decidieron cerrar sus instlaciones y las oficinas gubernamentales están con pocos empleados. La violencia que allí se presenta y la falta de transporte público generan una situación caótica. Así lo expresa EL UNIVERSAL.
Claramente, hay zozobra y temor. Por ejemplo, durante la mañana del pasado lunes (5 de febrero de 2024), en una fracción de tiempo de dos horas, fueron asesinados cuatro choferes pertenecientes al transporte público y otro quedó herido.
La situación es tan compleja, que resulta casi imposible ver una urvan o incluso un taxi. El temor se apodera de los habitantes, al punto en que ningún chofer ayer (martes 6 de febreero) desafió a las organizaciones criminales. El transporte foráneo desapareció, los sitios que van a los municipios de Leonardo Bravo, Tecpan, Juan R. Escudero, Heliodoro Castillo y San Jerónimo están vacíos.
El panorama es igual para las rutas que van a las comunidades de Chilpancingo, como la de Petaquillas o El Ocotito. En ese sentido, el primero de los municipios anteriormente nombrados amaneció con una veladora prendida por el chofer que fue asesinado el lunes pasado.
En la ciudad se respira el temor. Nadie quiere arriesgar más de lo debido. Desde la noche del pasado lunes, dirigentes sindicales indicaron a los trabajadores del gobierno del estado que si por el problema en el transporte público se ausentaban no habría descuentos o sanciones.
