¿Qué será de Morena sin el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador
  • Columna de opinión.
  • Escrita por: Oscar Miguel Rivera Hernández.

El cambio político que México ha experimentado en el actual sexenio, con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador y su partido, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Sin embargo, surgen aquí, preguntas sobre el futuro de Morena, sin el liderazgo del presidente, especialmente a raíz de críticas y percepciones diversas sobre la 4T (Cuarta Transformación) y el gobierno de izquierda.

Desde diversos sectores, se han formulado calificativos que, en muchos casos, reflejan un desconocimiento profundo sobre las diferencias entre izquierda y derecha. Acusaciones como que la izquierda pretende convertir a México en Venezuela o que la 4T busca cerrar supermercados y acabar con el libre comercio, son señalamientos que parten de una narrativa simplificadora, según la cual, la izquierda es sinónimo de comunismo y totalitarismo.

Figuras como Mario Vargas Llosa y Enrique Krause, críticos del gobierno, han contribuido a la construcción de esta narrativa desde una perspectiva de derecha. Sin embargo, es importante entender el trasfondo de estos señalamientos. Vargas Llosa, por ejemplo, ha participado activamente en la derecha y ha respaldado candidatos de esa orientación política, lo cual arroja luz sobre sus críticas a la izquierda.

Es necesario desentrañar la complejidad de las narrativas mediáticas que buscan confundir a la sociedad, especialmente en torno a temas como la reelección. La idea de que todos los políticos son corruptos y buscan perpetuarse en el poder proviene en gran medida de experiencias pasadas, donde políticos de diversas corrientes han incurrido en actos de corrupción. No obstante, es vital recordar que el actual proyecto de la 4T se opone a las lógicas del neoliberalismo que han predominado en décadas anteriores.

Para comprender el panorama político en México, es necesario diferenciar qué son los pensamientos políticos de izquierda y derecha. Estas corrientes tienen doctrinas y visiones antagónicas en áreas como el estado de bienestar, el sistema económico, la distribución de la riqueza y la organización política. La narrativa simplificadora que se presenta en los medios de comunicación tradicionales, contribuye a una percepción errónea de la realidad política del país.

En el panorama político de México y la relevancia de Morena, es esencial examinar el otro lado del espectro político: la derecha neoliberal. En las últimas décadas, la derecha ha transitado de vicios secretos a discursos abiertos que revelan sus verdaderas intenciones.

La derecha neoliberal, que emergió en la década de los 80 bajo el estandarte del libre comercio y la democracia, ha develado sus vicios secretos al salir de las sombras. Ante la imposibilidad de mantener el libre comercio con lógicas democráticas, la verdadera agenda se ha vuelto evidente: la explotación de los trabajadores y el saqueo sistemático de las riquezas de los pueblos.

La derecha neoliberal ha abandonado la máscara democrática y ha abrazado la agenda autoritaria. Sus verdaderas intenciones se traducen en la búsqueda de mayores privilegios para las grandes corporaciones y la eliminación de derechos civiles. La retórica clasista y racista se ha vuelto parte integral de su discurso, despojando de derechos y mandando al olvido a sectores marginados, como las mujeres.

Ahora, tenemos el fascismo, como aliado en Estados Unidos. Aunque algunos sectores puedan confundirse con la agenda aparente de los liberales demócratas, la realidad es que el verdadero propósito del fascismo es proporcionar las herramientas necesarias para mantener el autoritarismo y la violencia que sustentan el régimen neoliberal.

La agenda de Trump, que tuvo y está vigente, por ejemplo, va más allá de las apariencias y se enfoca en quitar impuestos a las grandes empresas, revelando así la verdadera esencia de la derecha neoliberal en su vertiente económica. Es un río revuelto que confunde a muchos, pero es esencial desentrañar la complejidad de las motivaciones detrás de las acciones políticas.

Si hablamos de lo que fueron los estanques de pensamiento de la era neoliberal se privatizó toda el agua, la tierra, las empresas trasnacionales como la banca, la energía, a ley hicieron negocio, hasta con los órganos de la gente, es una cosa increíble, un hígado puede ser una mercancía privada.

La polarización que se atribuye al presidente López Obrador no se debe únicamente a sus declaraciones, como sugieren algunos, sino a las desigualdades económicas profundas que han existido históricamente. La prensa, en muchos casos oligárquica, juega un papel determinante al instalar narrativas que no reflejan la realidad del país.

Morena es un fenómeno complejo, un frente amplio contra el neoliberalismo y sus vicios. Enrique Krause y otros intelectuales afines al viejo régimen critican los procesos revolucionarios como retroceso, pero es importante comprender que estos suelen ser culturales y humanistas, respondiendo a contrarrevoluciones violentas.

El proyecto de la 4T busca contrarrestar los estragos del neoliberalismo, promoviendo un enfoque humanista y sostenible. Morena, como movimiento progresista, aglutina a diferentes sectores en contra del neoliberalismo, aunque mantener esa unidad sea un desafío.

El liderazgo carismático de López Obrador ha sido fundamental para Morena, pero también plantea desafíos en términos de institucionalización del partido. Su visión política ha logrado unir a amplios sectores sociales, pero la pregunta persiste: ¿qué será de Morena sin el liderazgo de López Obrador? La respuesta es incierta, pero queda claro que el partido enfrentará el reto de mantener su identidad y disciplina interna en ausencia de su líder fundador. ¿Pero, cómo?

El desafío de dotar a su movimiento de un ala didáctica que eduque en la geometría política, trascendiendo las diferencias internas. Es esencial políticamente instruir a las bases para consolidar transformaciones y democratizar el conocimiento, un camino que históricamente ha caracterizado a las izquierdas.

Las diversas tribus que han ido componiendo a Morena, generan polarización interna. Sin embargo, mediante un trabajo enfocado en la conformación de cuadros, el partido puede cimentar un movimiento robusto y consolidado desde sus bases. La educación política de sus integrantes se presenta como la clave para superar las divisiones internas y avanzar hacia la estabilidad y fortalecimiento del movimiento. Enseñar a las bases no solo contribuirá a cohesionar al partido, sino que también fomentará un entendimiento más profundo de los principios y objetivos de la izquierda, propiciando un terreno fértil para las transformaciones y la consolidación de un proyecto político duradero.