- Columna de opinión.
- Escrita por: Eduardo González Velázquez.
La pregunta no es gratuita. La duda es fundada. Las interrogantes en torno al apoyo otorgado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador al general, Salvador Cienfuegos son inquietantes. Los cuestionamientos de la sociedad deben ser atendidos. En la medida que esto no suceda, el velo de la impunidad y el peso de los maridajes dudosos entre el poder civil y la elite militar seguirán aumentando. Al final del día esto daña la vida democrática de la República, por ello se impone que la pregunta sea contestada desde Palacio Nacional: ¿Qué le debe López Obrador a Salvador Cienfuegos?
El día de ayer en la Ceremonia Magna del Bicentenario del Heroico Colegio Militar en Veracruz, López Obrador dio un reconocimiento a militares por su paso en la dirección del Colegio Militar, entre ellos al exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.
Recordemos la historia: el 15 de octubre de 2020 el general fue detenido en Los Ángeles, California acusado de presuntos nexos con narcotraficantes materializados en sobornos a cambio de protección a los criminales y otros delitos. La detención fue llevada a cabo por petición de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Luego de pasar frente a la corte de Nueva York, el militar fue trasladado a México a solicitud del gobierno de la República, por lo que en Estados Unidos fueron retirados los cargos con la promesa de que en nuestro país sería investigado el caso. López Obrador acusó que la investigación contra el general Salvador Cienfuegos estaba fundada en delitos inventados por la DEA, y que en México se aclararía investigaría el caso y si resultase culpable se actuaría en consecuencia.
La FGR inició las pesquisas y concluyó que el general “nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas y tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos”. Fin de la discusión, según la FGR. El veredicto fue aplaudido por el inquilino de Palacio Nacional.
La historia de la detención del general, la declaración de inocencia por parte de a FGR, y ahora su condecoración, no son más que muestras evidentes del peso político que tienen la cúpula castrense en la 4T. Atrás quedan los casos de la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa y algunos pasajes oscuros de la guerra sucia donde se ha señalado la participación del general.
Es evidente que uno de los brazos del poder político en México que más ha utilizado López Obrador para gobernar el país ha sido la cúpula militar. La presencia y poder de los vestidos verde olivo es cada vez mayor en los quehaceres del gobierno. Se impone, en aras de la transparencia y el fortalecimiento de la democracia, que desde el Ejecutivo federal se diga con claridad las razones de estas acciones y los alcances y consecuencias que tienen en beneficio de la sociedad.
Responder a esto, y no, el ataque desde Palacio Nacional a quienes señalamos lo expuesto líneas arriba es lo que debe atender el presidente de la República.
- Profesor Tec de Monterrey.
- @contodoytriques
