El emblemático Pájaro de Fuego, de Mathias Goeritz, ha sido totalmente restaurado. “Estamos muy contentos de preservar su diseño y recobrar su color original, el rojo bermellón, ya que representa la fusión de nuestra historia, cultura y modernismo”, destacaron las autoridades de Guadalajara.
Entre los trabajos que se hicieron, se colocó el cableado subterráneo para mejorar la imagen urbana y contemplar mejor la belleza del monumento; se invirtieron 8 millones de pesos para construir una nueva plazoleta, repavimentar la avenida Arcos y rehabilitar la plaza Caja de Agua, que fue construida a finales del siglo XIX por el ingeniero tapatío, Gabriel Castaños.
A modo de conclusión, desde el Gobierno de Guadalajara confirmaron que “continuaremos trabajando para preservar nuestro gran patrimonio arquitectónico, artístico y cultural”. También se realizó una invitación a la comunidad para visitar este monumento y pasar un rato agradable.