Francisco Daniel Abundis Mejía/ Desorientados

De nueva cuenta hay una escalada en la violencia al interior de la Palestina ocupada. Lo anterior, en función de Jerusalén y su importancia para las tres grandes religiones monoteístas. En tal tenor, debemos mencionar un escenario peculiar en donde tres de las celebraciones más importantes para judaísmo, cristianismo e islam coincidieron en fecha, dados los ciclos lunares y solares del presente año. Así, “La semana santa”, el “Ramadán”, y “la pascua judía” se mimetizaron en medio de un choque de barbaries; producto de la ocupación israelí, las violencias de los colonos hacia los palestinos; pero, sobre todo, debido a la falta de dialogo interreligioso en un espacio que es fundamental para distintas culturas.

Entonces, ¿por qué es importante Jerusalén? ¿Cuál es su simbolismo? ¿Para las tres grandes religiones monoteístas? Y finalmente, ¿Qué esta pasando al interior de la Palestina ocupada?

Lo primero que se debe entender es que Jerusalén representa un lugar de culto y peregrinación, y que históricamente ha tenido disputas que incluso se han mitificado debido a la perspectiva occidental de las “Cruzadas”. En el imaginario occidental las escaramuzas de Ricardo Corazón de León en pie de Guerra contra Saladino coadyubaron a generar una imagen errónea, estereotipada y, sobre todo, compleja de Jerusalén.

En términos pragmáticos que implica dicha ciudad para cada una de las tres religiones:

Para el cristianismo implica uno de los lugares más sagrados dentro de su perspectiva de fe, toda vez que la ciudad alberga no solamente la denominada “vía dolorosa”, también en sus entrañas se encuentra la iglesia del “Santo sepulcro” espacio repartido entre las distintas denominaciones del cristianismo y que marca desde la tradición cristiana la tumba en donde habría sido depositado el cuerpo de “Jesús de judea” tras su pasión y muerte.

En el islam, las cosas no son distintas en términos de fe. Para los y las musulmanas del mundo, la ciudad de Jerusalén se llama “Al-quds” voz árabe para designar algo puro y sagrado. En dicha ciudad y desde la tradición islámica se encuentran dos de las mezquitas más importantes para su cosmovisión (es la segunda ciudad más sagrada para esta religión después de la Meca).

Y es que, alberga la mezquita de “Al-Aqsa”, es decir la mezquita más lejana, cuya historia proviene de un viaje del profeta Mahoma desde Arabia Saudita hasta palestina en términos místicos, religiosos y espirituales. y desde donde tuvo un “viaje nocturno al cielo”, dicho espacio se complementa con el domo de la roca, en donde también musulmanes de todo el mundo rememoran dicho precepto en la vida del profeta.

Para el judaísmo, la ciudad alberga el sitio más sagrado en términos de su fe; esto es el “Muro de los lamentos”. ¿Qué implica en términos simbólicos e históricos? El muro simboliza el único espacio (en señal de humillación) Que los romanos dejaron del segundo templo de Jerusalén, cuando la ciudad fue destruida (Hay que recordar que el primer templo fue destruido por los babilonios). Se denomina de los lamentos, por los y las judías acuden a rememorar la destrucción del templo, y después el inicio de la diáspora judía alrededor del mundo.

Considerando todo lo anterior, entendemos un espacio vital en términos de cosmovisiones religiosas; sin embargo, más allá de ser una ciudad de paz, debido a la ocupación israelí; los espacios se han judaizado y la fuerte presencia del complejo militar de las Fuerzas de Defensa Israelíes han devenido en conflictos que hoy suman muertos, heridos y encarcelados.

La violencia estriba en que, aunque por derecho y desde la construcción del Estado de Israel en 1948, el estatus de los lugares sagrados correspondería a la “monarquía jordana” (heredera en línea dinástica del profeta Mahoma). El Estado judío se reserva el derecho de entrada a dicha explanada. Los musulmanes de la ciudad y de otros lugares buscan estar presentes al ser Ramadán. No obstante, a tal escenario, Israel solamente otorga un determinado número de permisos (temporales y limitados) Para acceder; independientemente de que sea Ramadán, mayoritariamente a adultos mayores. Por si esto no fuera poca tensión. La fuerte presencia de colonos judíos en el área de las mezquitas ha sido visto como una provocación por los palestinos; quienes consideran que dichos colonos no tienen el derecho a estar tal lugar, y que además violentan a los palestinos; dada su visión extremista, racista y xenofóbica.

Recordemos que dichos colonos violentan lo estipulado por el Derecho internacional y sus conductas van desde ataques directos a palestinos, violencia física verbal, quema de olivos y, sobre todo, expropiación de tierras palestinas, con la venia del Estado judío.

Con todo este caldo de cultivo en la ultima semana hay al menos 154 heridos palestinos y 4 heridos israelís, la violencia ha escalado cuando miembros de Estado islámico, perpetraron un atentado terrorista al interior del Estado de Israel, sumado a la provocación de Hamás a través de cohetes que son lanzados desde Gaza.

Lo anterior, ha provocado que la madrugada de este lunes, de nueva cuenta el ejercito israelí iniciara una serie de “bombardeos quirúrgicos” en la Franja de Gaza. Situación que, sin duda, empeorara, las ya de por sí pésimas condiciones de vida de los palestinos gazatíes.

Y es que, Gaza el pequeño enclave costero que desde 2007 es gobernado por el grupo islamista Hamás (se encuentra en un bloqueo aéreo marítimo y terrestre) dadas las políticas del Estado ocupante; también y según datos de las Naciones Unidas, hacia el año 2030, tal territorio será inhabitable.

No hay electricidad, no hay agua, los víveres escasean, de depende de la ayuda internacional, y del contrabando a través de túneles; y además año con año el ejército israelí convierte Gaza (con el pretexto de se seguridad nacional) en su patio exclusivo para probar armas patrocinadas por Estados Unidos, logística y tácticas militares y, sobre todo, el privilegio de mantenerse como la “gran potencia militar de la zona”.

Lo anterior, estimada audiencia, es ejercer el privilegio de ser el Estado que más resoluciones ha violentado de las Naciones Unidas, que da el nombre de “operaciones quirúrgicas” en contra de Hamás; pero que en dichas intervenciones genera caos, muerte y devastación.

Se han utilizado armas prohibidas, se han asesinado civiles; más allá de las bases islamistas. Por tanto, Gaza de nueva cuenta, paga las insólitas consecuencias de la resistencia palestina, en un momento en donde el mensaje de las tres grandes religiones “la paz” se politiza, convirtiéndose en un mero estandarte mercadológico para gobiernos del mundo.

Así, esta semana de reflexión religiosa para muchos y muchas, se ha convertido en una nueva escalada en violencia, misma que va de la mano con un proyecto colonial planificad e inacabado en contra del pueblo palestino por parte del Estado de Israel, eso es un choque de barbaries; cuando la razón se aleja, cuando no se reconoce al otro, cuando se bestializa al palestino; y la industria del holocausto sigue generando jugosos dividendos a una “Democracia” que de secular y participativa tiene poco o nada.

Estamos entonces, ante una escañada de la violencia producto no de la falta de dialogo; sino producto de una falta de coherencia de la comunidad internacional; que no sanciona, y sigue observando con decoro oblicuo los excesos de la “única democracia de Medio Oriente.