Quizá fue su primer empleo.

Carlos Romero Deschamps comenzó a trabajar en la paraestatal petrolera de México desde los 14 años. Así que se podría decir que conoce a Petróleos Mexicanos casi como la palma de su mano.

Trabajó en ella por 62 años, desde 1959 y hasta ayer martes 16 de marzo del 2021, cuando presentó ante el presidente de la República su renuncia como trabajador activo.

Romero Deschamps tenía doce años trabajando en PEMEX, cuando en 1971 le fue ofrecida la oportunidad de ser el Comisionado nacional del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) cargo en el que se ocuparía de revisar el contrato colectivo de trabajo. Dos años después fue nombrado presidente de Comisión Nacional Mixta de Seguridad e Higiene del STPRM.

En la pirámide que significa el esquema de escalafón, Deschamps fue escalando de poco en poco de cargo en cargo hasta que en 1978 se le convirtió en secretario general de la sección 35 del gremio petrolero mexicano; más tarde en 1980, fungió como asesor del Comité Ejecutivo General del sindicato.

Con una historia que le precedía dentro del sindicato, no fue sino hasta 1993 cuando le fue conferido el título máximo dentro de la organización: Secretario General del Sindicato petrolero mexicano. Cargo al  que llegó luego de la coyuntura política y social de la época mejor conocida como el “Quinazo”, con la destitución de Joaquín Hernández Galicia, conocido como “La Quina”, como líder del organismo de trabajadores de PEMEX. Irónicamente, también en aquél entonces la destitución de Hernández Galicia fue por enriquecimiento ilícito, y corrupción.

No hace mucho pesaba en su contra una orden ante la Interpol expedida por la Fiscalía General de la República para localizar al ex líder sindical petrolero Carlos Romero Deschamps, y hoy aún con varios asuntos pendientes ante la justicia, será jubilado.

En su contra pesan acusaciones por presunta administración fraudulenta, fraude sindical, y rendición de cuentas de las cuotas sindicales, así como enriquecimiento ilícito y corrupción.

Sin embargo la FGR también tiene un historial de denuncias en contra de Romero Deschamps por la supuesta comisión de delitos como peculado, nepotismo, delincuencia organizada, robo de hidrocarburos, secuestro, enriquecimiento ilícito y operaciones con recursos ilícitos, venta de plazas, defraudación y evasión fiscal.