Un pequeño grupo de voluntarios a probar la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca recibieron, por error, una aplicación con una dosis menor a la establecida de la vacuna contra el COVID19. Sin embargo, lejos de ser una mala noticia, el descuido demostró una mejor acción entre los participantes.
Como resultado, según AstraZeneca, los voluntarios se mostraron más protegidos que aquellos que recibieron la dosis completa.
Según la Universidad de Oxford, entidad que junto con la farmacéutica desarrolló la vacuna, el error vino directamente en la fase de fabricación. Lo cual generó dudas sobre los resultados preliminares de su compuesto.
Y es que a decir de AstraZeneca los voluntarios que recibieron la dosis completa obtuvieron un 62 por ciento de efectividad, pero aquellos que se expusieron a las dosis más pequeñas, esta se elevó hasta el 70 por ciento.